viernes, 25 de enero de 2013

Evidencian retrasos en adolescentes que toman Ritalín y anfetaminas

En este grupo de fármacos está el metilfenidato, conocido como Ritalina y Concerta, un medicamento de liberación prolongada


Adolescentes foto de archivo. (John Moore/Getty Images))


Investigadores de la Universidad de Sídney observaron que los medicamentos estimulantes usados en el discutido "Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)", también conocido como ADHD, por sus siglas en inglés), son los posibles causantes del retraso de crecimiento en los adolescentes, informaron en un comunicado del 21 de enero.

En este grupo de fármacos está el metilfenidato, conocido como Ritalina y Concerta, un medicamento de liberación prolongada. Están además el uso frecuente de las dexanfetaminas, conocidas como anfetaminas. Una de sus presentaciones es el Adderall.

La Dr. Alison Poulton destacó que la medicamentación estimulante prolongada durante más de tres años se asoció con una menor tasa de desarrollo físico durante la pubertad.

"Para mantener una adecuada tasa de crecimiento durante la pubertad, se recomienda que los niños que toman medicamentos estimulantes TDAH deben tomar la dosis más baja que trata adecuadamente su TDAH", dijo la Dr. Poulton.

El equipo de la doctora comparó 65 niños entre los 12 y 16 años de edad a los que se les diagnosticó el TDAH y que habían estado tomando medicamentos estimulantes durante más de tres años, con los niños sin este diagnóstico.

Se evidenció en los niños con diagnóstico de TDAH y edades comprendidas entre los 12 y 14 años, tenían el índice de masa corporal y peso "significativamente menor", pero con la altura correspondiente a la edad.
Aquellos con edades comprendidas entre los 14 y 16 años, tenían "significativamente más baja la altura y el peso".

Según otros estudios publicados, al suspenderse el uso prolongado de estos fármacos, pueden surgir síntomas de dependencia tales como fatiga, depresión y patrones de sueño interrumpido, informa Drugabuse, base de datos del Gobierno de Estados Unidos.

El uso de anfetaminas y estimulantes ha tenido su mayor prevalencia en la década del 90, según Drugabuse; progresivamente ha estado disminuyendo.
Estos estimulantes pueden "aumentar la presión arterial, la frecuencia cardiaca, la temperatura corporal y disminuir el sueño y el apetito, lo que puede llevar a la malnutrición y sus consecuencias".

El uso repetido de estimulantes "puede causar sentimientos de hostilidad y paranoia. En dosis altas, pueden producir complicaciones cardiovasculares graves, incluyendo la apoplejía o ataque cerebrovascular", según Drugabuse.

Fuente: LaGranÉpoca

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