Meditar es una de las actividades que mas benefician en todos los sentidos a nuestra salud física y mental. La contemplación interior, el silencio, la relajación, la visualización de imágenes y escenas placenteras si se quiere, provocan una gran sensación de bienestar cuando se hace regularmente. Ahora bien, ¿que significa exactamente meditar? ¿como se hace eso de poner la mente en blanco? ¿hay que realmente dejar de pensar en todo para meditar? ¿como sé que lo estoy haciendo bien?
Meditar es una práctica que con el 
tiempo se mejora, pero para aquellos que no se han iniciado aún, estas 
preguntas son comunes. ¿Es dificil meditar? ¿Debo hacer yoga o alguna 
otra disciplina para hacerlo bien? La respuesta es no. Para meditar no 
hace falta nada mas que tu, un lugar comodo y tiempo por delante en el 
cual nadie vaya a molestarte.
Dejar la mente en blanco
Se dice que cuando se medita hay que 
dejar la mente en blanco. En realidad es bastante dificil apagar el 
incesante parloteo de la mente que genera miles de pensamientos sin 
parar. Nuestra identificación con esos pensamientos nos tiene todo el 
día sumido en un constante ruido mental, cual procesador de ordenador 
que no deja de ejecutar instrucciones y elaborar ideas. Si pudieramos 
apagar nuestra mente, deshacernos de ella por un momento, o al menos 
ignorar todo ese murmullo que se cuece en nuestra cabeza estaremos cerca
 de lo que se dice “dejar la mente en blanco”. Pero 
esto no es del todo necesario al principio y ademas es bastante 
complicado de conseguir. Require esfuerzo, paciencia, práctica. Requiere
 descubrir ese ínfimo espacio que existe entre un pensamiento y otro, en
 el cual no hay nada, y concentrarte en él, hacerlo cada vez mas grande,
 de forma que al final, todo lo que cuente para ti sea ese espacio en 
blanco, vacío, que ocurre entre idea e idea.
Llegar a este nivel, a no prestar 
atención a nada mas que al vacío entre pensamientos, a desconectar si se
 puede la mente y separarla de nuestro yo, de nuestra esencia, es el 
objetivo de aquellos que realizan la meditación como forma de 
introsprección personal.
Nuestra mente, aliada y enemiga
Como habíamos comentado alguna vez, la 
mente genera mas de 65000 pensamientos al día. Es una máquina de 
procesar datos tomados de todos los sentidos de nuestro cuerpo y 
almacenarlos, gestionarlos, tomar decisiones, dar ordenes, etc. La mente
 no para nunca, y por ello mismo a veces es más nuestra enemiga que 
nuestra aliada. La mente es el ordenador central de nuestro cuerpo, pero
 no es la entidad que lo controla. Esa entidad somos nosotros, tu ser 
interior, tu esencia. Si la mente se parara, quedarías solo tu, el “yo 
verdadero”, el que mora este cuerpo el cual estás ahora usando como 
medio de expresión en el mundo.
Nuestra mente, además, es la “creadora” 
de lo que podríamos llamar nuestro “ego” o nuestra personalidad interior
 física. El ego no es el ser interior que habita este cuerpo, sino la 
energía que da forma a los procesos mentales recibidos y generados. El 
ego es como la personalidad generada por nuestra mente a partir de datos
 de entrada a lo largo de muchos años: sentimientos, emociones, 
pensamientos, traumas, problemas, alegrías. De ahí las diferentes facetas del ego y sus arquetipos.
 Pero ni la mente ni el ego somos nosotros. Y cuando queremos meditar 
profundamente, hemos de dejar a ambos a un lado y centranos en el ser 
interior que somos de verdad.
Como meditar
Meditar, para empezar, es vivir el 
momento e instante presente. Si la mente y el ego viven siempre en el 
pasado y en el futuro (intenta encontrar un pensamiento en tu cabeza que
 no tenga que ver con algo que ha pasado o con algo que esperas que 
pase), el ser interior, tu yo verdadero, solo conoce el presente. Vivir 
en el presente, como a veces se dice, es vivir tomando plena conciencia 
de este momento, los sonidos, la posición, el tacto, el ambiente. 
Exactamente lo que esta pasando ahora, y mantenernos ahí.  Cuando 
conseguimos mantener nuestra atención focalizada constantemente en el 
presente, en lo que estamos haciendo ahora, con nuestros cinco sentidos 
alerta, estamos ejecutando el proceso de meditar. Podemos meditar 
fregando los platos, subiendo una escalera o planchando la ropa. Lo 
importante es la actividad mental, donde esta puesta la concentración y 
quien tiene el control, tu mente o tu ser interior. Cuanto mas tiempo le
 dés a este último para que sea quien guíe tu vida, mas fácil te sera 
disfrutar de esta.
Crear un ritual
Además de poner toda tu atención en cada
 una de las actividades cotidianas de forma que la mente no este sujeta 
ni al pasado ni al futuro, sino que todo lo que entren por tus sentidos 
sea el “ahora”, crear un ritual de meditación regular, en un sitio 
concreto ayuda a que el proceso cuaje en nosotros y se integre en 
nuestra rutina diaria. Lo único importante es escoger un momento del día
 que sepamos que vamos a estar relajados y sin ser interrumpidos. 
Podemos crearnos nuestro rincón especial en casa, poner incienso o velas
 si queremos, o música relajante. El hacerlo regularmente en el mismo 
sitio crea un hábito gracias al cual nos será más fácil entrar en estado
 de relajación mental.
¿Que hacemos cuando meditamos?
El hecho de sentarse a meditar puede 
usarse para muchas cosas. Puede usarse para entrar en comunicación con 
tu ser interior, tu intuición, alma o como quieras llamarlo. Intentar 
obtener respuestas a preguntas o inquitudes, escuchando no a tus 
pensamientos sino a lo que pueda venir de más adentro. Se puede usar 
para relajar completamente el cuerpo, ayudar a su curación y 
recuperación, se puede usar para visualizar nuestros objetivos y deseos 
que queremos se manifiesten, etc.
Tampoco hay que luchar contra esa mente 
que nos sigue mandando pensamientos y nos distrae, sino convertirnos en 
meros espectadores de los mismos, porque si te identificas con tu yo 
interior, puedes posicionarte como observador de lo que tu mente esta 
creando y manipulando, y no dejarte engañar por ello. Porque tu no eres 
tu mente. Y la meditación  es la práctica que te puede ayudar a darle 
más luz a lo que hay detras de ella, en tu interior, y en consecuencia 
obtener los beneficios que puede traernos a todos los ambitos de nuestra
 vida.
Fuente: DavidTopí 

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