domingo, 30 de agosto de 2015
viernes, 14 de agosto de 2015
Muerte del ego: El beneficio potencialmente enorme de los psicodélicos
Uno de los beneficios potenciales más valiosos de los alucinógenos clásicos (hongos psilocibios, peyote, cactus de San Pedro, ayahuasca) es lo que se conoce como “muerte del ego.” La muerte del ego es a menudo descrita como la experiencia de perder nuestro sentido de identidad. Típicamente ocurriendo en o cerca de la cúspide de un viaje psicodélico, el fenónemo de la muerte del ego es tanto temido como reverenciado. Perder el sentido de quien crees que eres puede tener efectos dramáticamente poderosos, tanto positivos como negativos.
A menudo nos definimos a nosotros mismos por la familia en la que crecemos, la cultura que nos rodea, las influencias de las personas a nuestro alrededor, y las cosas que nos interesan. Durante un episodio psicodélico, con frecuencia hay reportes de que todas estas cualidades pueden parecer desaparecer, dejándote con pocos medios para identificarte a ti mismo. Si no eres definido por tu ropa, tu éxito, tu familia, o tus relaciones, ¿qué te define?
La respuesta a esta pregunta es espiritual en naturaleza. Esta cualidad intrigante es la razón por la cual las plantas psicoactivas conocidas como alucinógenos son consideradas herramientas espirituales por muchas civilizaciones antiguas y científicos modernos como Rick Strassman, el autor del libro DMT: La Molécula del Espíritu. Cuando nuestro espacio mental es separado del sentido del Yo al que nos hemos acostumbrado en el día a día, una experiencia trascendental puede ocurrir. Muchos de los que han pasado por el episodio psíquico conocido como muerte del ego reportan sentirse como si hubieran dejado su cuerpo, o incluso los confines de espacio y tiempo. Se dice que esta experiencia expande la perspectiva del individuo al punto de “pura consciencia,” “pura conciencia,” o “la deidad,” desatándolos de los enredos de la existencia material.