Aparentemente ha llegado el momento de asumir una ineludible responsabilidad: diseñar nuestra propia mente y así construir la realidad dentro de la cual habremos de existir.

“Got Change For a Paradigm” – Imaginary Foundation
Teniendo en cuenta la investigación 
reciente sobre la plasticidad del cerebro y los peligros de la carga 
cognitiva, las herramientas más poderosas a nuestra disposición podrían 
derivarse del diseño. En concreto, podemos utilizar los principios de 
diseño para dar forma a nuestras mentes. Esto es muy diferente al 
concepto de aprender y adquirir conocimientos. Se trata de diseñar cómo 
cada uno de nosotros piensa, recuerda y se comunica – adecuada y 
eficazmente para la era digital. 
Nuevos descubrimientos neurocientíficos 
nos han revelado que los cerebros son maleables y pueden cambiar 
dependiendo de la forma en que se utilizan. Los resultados de estudios 
como éstos apoyan la idea de que incluso entre los adultos, el uso 
persistente y concentrado de un área en particular del cerebro puede 
aumentar su tamaño, y por la tanto, también su capacidad. No sólo el uso
 intenso cambia la estructura cerebral regional y su función, sino que 
también cambia la formación temporal y de ensayo mental.
La existencia de la neuroplasticidad 
permanente ya no está en duda. El cerebro, básicamente funciona bajo el 
lema: “úsalo o piérdelo”. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Podemos 
diseñar el cerebro a nuestra manera?” ¿Por qué no usamos las demandas de
 nuestra vasta información, de nuestra sobreestímulación en fast-track, 
de nuestro multi-tasking en el reino digital para ampliar nuestra 
capacidad cognitiva? El Dr. Stan Kutcher, un experto en salud mental, ha
 estudiado el efecto de la tecnología digital en el desarrollo del 
cerebro e indica: “Hay cada vez más pruebas de que la exposición a las 
nuevas tecnologías puede empujar a la Generación Net de adolescentes y 
adultos jóvenes a que su cerebro rebase las limitaciones de capacidades 
convencionales”.
Cuando un estudiante está haciendo su 
tarea y al mismo tiempo otras cinco cosas online, en realidad no está 
multi-tasking, sino que ha desarrollado una memoria de trabajo más 
activa y con mejor capacidad de conmutación. Puede leer sus e-mails, 
escuchar música en Itunes, descargar archivos y chatear en Facebook al 
mismo tiempo. Su cerebro ha sido codificado para manejar las demandas de
 la era digital.
¿Cómo podemos utilizar el pensamiento de
 diseño para cambiar la forma de pensar? El buen diseño suele comenzar 
con algunos de los principios y objetivos funcionales. Es posible que 
aspires a tener una gran capacidad para percibir y absorber información 
de manera eficaz, mayor capacidad para concentrarte, para recordar, para
 inferir significados, para ser creativo, para escribir, hablar y 
comunicarte, y al mismo tiempo disfrutar de importantes colaboraciones y
 relaciones humanas. ¿Cómo podrías diseñar tu uso (o abstinencia) de los
 medios para lograr estos objetivos?
Algo tan old-school como un curso de 
lectura rápida puede aumentar la capacidad de entrada sin poner en 
peligro la comprensión. ¿Te sientes distraído? La disciplina de leer 
algunos artículos completos por día y no sólo los encabezados o 
resúmenes podría fortalecer tu atención.

¿Has perdido la retención? Decide qué 
tan lejos quieres adoptar la ley de Einstein de la memoria. Cuando se le
 preguntó por qué fue a la guía telefónica para obtener su número de 
teléfono, contestó que sólo memorizaba las cosas que no pudiera buscar 
en algún lado.
Hay muchas cosas que recordar en estos 
días. Toda la data que se recogió de la civilización hasta el 2003 
produjo 5 exabytes de datos (un exabyte equivale a 1 trillón de bytes). 
Hoy, 5 exabytes de datos se recogen cada dos días. Pronto habrá 5 
exabytes cada 15 minutos. Los seres humanos tenemos una capacidad de 
memoria finita. ¿Se pueden desarrollar criterios para determinar que 
memoria será interior y que memoria será exterior?
El cerebro humano es una herramienta 
inconcebiblemente compleja, y mientras nos concentramos en el curso de 
nuestra vida real y de nuestra vida virtual, nuestro cerebro está 
procesando una gran cantidad de información debajo de la superficie de 
la conciencia. Mientras tanto, esta información periférica sutilmente le
 da forma a nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, y al mismo 
tiempo moldea algunas de nuestras experiencias. Para entender como 
podemos hacer consciente esa información periférica y sus fuentes para 
complementar nuestro set de herramientas de diseño mental, a 
continuación explico 4 ejemplos:
1. Color.
El color es una característica ubicua 
del medio ambiente, a pesar de que rara vez notamos los colores a menos 
que sean especialmente brillantes o que desvíen radicalmente nuestras 
expectativas. Sin embargo, los colores tienen una gran capacidad de dar 
forma a una serie de reflejos: los hombres son ligeramente más 
atractivos para las mujeres cuando llevan ropa de color rojo, el mismo 
efecto se aplica a las mujeres, que les parecen más atractivas a los 
hombres cuando sus fotos están delimitadas por un marco de color rojo. 
El color rojo indica tanto la intención romántica y dominación entre las
 especies de orden inferior, y esta misma señal aplica entre hombres y 
mujeres. Esta misma relación entre el rojo y el dominio explica por qué 
los equipos deportivos que visten de rojo son más agresivos que los 
equipos deportivos que usan otros colores, y mientras tanto, estudios 
revelan que los árbitros tienden a dar mayor ventaja a los equipos que 
usan uniformes de color rojo, lo que puede explicar en parte por qué los
 equipos con uniformes rojos tienden a superar a los equipos que usan 
otros colores. Sin embargo, el rojo no siempre es benéfico: hemos 
llegado a asociar al rojo con los errores y las advertencias, lo que 
genera que la gente limite su creatividad (aunque también mejora su 
atención a los detalles). Estos efectos tienen bases sólidas en la 
biología y la psicología humana, pero eso no los hace menos importantes e
 impactantes en la población laica.
2. Clima y Temperatura.
No es ninguna sorpresa que el calor de 
un verano soleado haga feliz a la gente, pero las condiciones 
meteorológicas y la temperatura ambiente tienen otros efectos más 
sorprendentes en nuestra vida mental. El clima lluvioso nos hace más 
introspectivos y reflexivos, que a su vez mejora nuestra memoria – en un
 estudio, la gente recordaba los rasgos de una tienda con mayor 
precisión en los días lluviosos que en los días soleados. En una escala 
mayor, la bolsa tiende a aumentar en los días soleados, mientras que las
 recesiones aumentan con climas más fríos. Más sorprendente aún, es la 
relación entre los cambios en el clima con accidentes, suicidios, 
depresión e irritabilidad general de la población, los cuales, a su vez,
 responden a los cambios en el estado eléctrico de la atmósfera. La 
metáfora entre la calidez y la bondad humana es más que una metáfora, ya
 que estudios recientes han demostrado que las personas encuentran a un 
extraño más agradable cuando en su primera impresión, el extraño 
sostiene una taza de café caliente. La metáfora de la calidez y la 
bondad se extiende a la exclusión social, cuando la gente literalmente 
siente frialdad al haber sido excluidos socialmente. La simple relación 
entre el buen clima y la felicidad se une a una serie de relaciones más 
sorprendentes y complicadas entre la temperatura y el calor, por un 
lado, y a una serie de resultados importantes en el desarrollo de 
nuestra experiencia mental por el otro.
3. Símbolos e Imágenes
Los paisajes urbanos están poblados por 
miles de símbolos e imágenes que inconscientemente influyen en nuestra 
forma de pensar y comportarnos. Las personas que se identifican como 
católicos o cristianos tienden a comportarse de manera más honesta 
cuando están expuestos a una imagen del crucifijo, incluso cuando no 
tienen memoria consciente de haber visto el crucifijo. La honestidad es 
una virtud, pero otro experimento demostró que los católicos reflejaron 
opiniones inferiores de sí mismos después de haber sido expuestos 
subliminalmente a una imagen del entonces Papa Juan Pablo II. Por otro 
lado, la gente piensa más creativamente cuando están expuestos al 
logotipo de Apple, o cuando son testigos de la iluminación de un foco 
incandescente, tanto el logo de Apple como el foco iluminado, 
popularmente se asocian con la creatividad, y éstas metáforas 
profundamente arraigadas, una vez activadas, tienen la capacidad de dar 
forma a el comportamiento. Lógicas asociativas similares sugieren que 
las banderas nacionales deben impulsar la unidad, y de hecho una muestra
 de los israelíes de izquierda y de derecha servían más humildemente a 
políticas opuestas cuando fueron expuestos subliminalmente a una imagen 
de la bandera israelí, del mismo modo, una muestra reflejó respuestas de
 mayor empatía hacia los musulmanes cuando estuvieron expuestos a la 
misma bandera.
4. Circuitos de Retroalimentación
La idea propuesta por Richard Doyle de 
“los circuitos de retroalimentación” refuerzan las maneras de hacer 
consciente el aprendizaje y la percepción de las formas en que diseñamos
 nuestra propia experiencia, todo a través de nuestras elecciones 
creativas y de nuestras elecciones lingüísticas, es decir, la capacidad 
extraordinaria que tenemos para moldear nuestras vidas, los espacios que
 habitamos y la gente con la que nos rodeamos. Mientras curamos nuestros
 espacios, curamos nuestras circunstancias, y esencialmente nos 
convertimos en diseñadores de nuestra experiencia.
Esto nos hace pensar que tenemos más 
control sobre nuestra realidad de lo que pensamos, y este control 
extraordinario proviene del poder de los circuitos de retroalimentación.
 La intención, esa agencia sumada a la acción, crea un loop de 
retroalimentación que se auto-amplifica. En otras palabras, la intención
 de un pensamiento positivo moldea nuestra mente para que nuestra 
experiencia externa sea positiva, y al encontrar estímulos positivos se 
generan mayores pensamientos positivos y así sucesivamente.
Éstos 4 cues – los colores, las 
condiciones meteorológicas, los símbolos e imágenes y los circuitos de 
retroalimentación- son parte de docenas de otros que tienen una 
sorprendente capacidad de influir en nuestra forma de pensar, sentir, 
actuar y decidir. Una vez que entendemos lo que son estos cues y cómo se
 reflejan en nuestras vidas mentales, estaremos más equipados para 
convertirnos en mejores diseñadores de nuestros propios pensamientos.
Fuente: PijamaSurf 
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