Dilucidaciones sensibles en torno a la autonomía del Ser frente a la construcción de expectativas.

Para que pueda surgir lo posible, es preciso intentar una y otra vez lo imposible.
-Herman Hesse
Vivimos —generalmente— a la expectativa
del mañana, del otro, de nosotros mismos, de lo que viene, de lo que
queremos que sea… Vamos moldeando lo que Somos según se cumplen nuestras
proyecciones más intimas. Entre tanto configurar, manipular y esperar,
nos olvidamos de observar y asimilar lo que Es y lo que Somos. Dejamos
de Ser para proyectar.
Expectativa: Del latín exspectātum, mirado, visto
Esperanza de realizar o conseguir algo.
Esperanza basada en el pasado, en la
experiencia ya vivida. Exquisito amalgama de todo lo que hemos sido,
conocido, resentido y deseado que nos empuja a construir castillos en el
aire. Esperanza que roza peligrosamente con la creencia, en tanto que
suele encarcelarnos. Robert Anton Wilson nos recuerda constantemente en
sus libros que en el momento en que escogemos creer algo por sobre lo
otro, estamos descartando en vez de incluir, reducimos las posibilidades
en vez de multiplicarlas al infinito en un mundo donde todo es posible.