La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos señala que los niveles que se encuentran entre los 301 y los 500 microgramos por metro cúbico son peligrosos y, por tanto, se aconseja no realizar actividades al aire libre. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene baremos más estrictos. Más de 500 supera en más de veinte veces el nivel considerado seguro.

Muchas viviendas particulares y oficinas chinas cierran a cal y canto y los purificadores de aire funcionan a plena potencia. En internet, se pueden leer calificativos de la situación como aire “post-apocalíptico”, “terrible” o “increíble”. Las personas que trabajan en las altísimas torres de oficinas en el centro de Pekín no podían distinguir los rascacielos de enfrente.