Para aquellos que se aferran a la paradigmática ortodoxia de la historia oficial, este descubrimiento podría significar un duro golpe que quizás, y solo quizás, los obligará a abrirse ante nuevas posibilidades.
Encontrado recientemente en Gornaya Shoria (Montaña Shoria), en el sur
de Siberia, este sitio consiste en una formación de enormes bloques de
piedra con superficies planas, ángulos rectos, y esquinas afiladas. Las
piedras de granito están apiladas de forma ciclópea en una obra que hace
sentir pequeño a cualquiera que la presencie.
Rusia no es ajena a sitio ancestrales megalíticos, basta con mencionar
lugares como Arkaim, el “Stonehenge ruso”, o la formación de Manpupuner.
Sin embargo, este sitio en Shoria parece opacar a cualquier otro. De
tratarse de algo hecho por el hombre, los bloques utilizados para su
construcción serían sin duda alguna los más grandes jamás hallados en
una edificación “humana”.
Por increíble que parezca, este lugar había pasado desapercibido hasta
ahora. De hecho, la primera expedición en estudiar estos megalitos fue
llevada acabo hace solo unos meses. No se conocen fotografías anteriores
a las obtenidas en esta expedición.
Según el arqueólogo John Jensen, estos súper megalitos fueron
encontrados y fotografiados por Georgy Sidorov en las montañas más
australes de Siberia. Las imágenes que mostramos a continuación fueron
extraídas del sitio del investigador Valery Uvarov.
Hasta ahora no se han provisto mediciones más allá de las que se
observan a escala en las fotos donde aparecen personas junto a estas
estructuras. No obstante se estima que los bloques serían al menos el
doble o el triple de masivos que aquellos existentes en la ancestral
Baalbek, y podrían pesar más de 3.000 o 4.000 toneladas.
De acuerdo a algunos medios rusos, los geólogos de la expedición que
tomaron las fotografías reportaron anomalías magnéticas en sus brújulas
al estar cerca de estos bloques. Las agujas apuntaban en dirección
opuesta a los mismos, sugiriendo la presencia de un campo magnético
negativo.
“Estos megalitos emergen de la densa neblina de la prehistoria, un lugar
tan lejano y misterioso que cualquier conjetura acerca de sus
‘constructores’, métodos y propósito, es pura especulación; y, como tal,
en lo personal me abstendría de ofrecer explicaciones concluyentes y me
limitaría a decir que nuestro remoto pasado es más próspero de lo que
podemos imaginar”, declaró Jensen.
Si bien la comunidad científica aún no se ha pronunciado sobre este
reciente hallazgo, y se necesitan más análisis para determinar su
artificialidad con certeza y descartar cualquier maravilla obra de los
caprichos de la madre naturaleza, lo poco que se observa a simple vista a
través de estas fotografías nos lleva a concluir que para la historia
comúnmente aceptada estas pilas o muros de súper megalitos no deberían
estar ahí…
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