El Gobierno de Sudán solicitó al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) emitir una resolución de condena contra el Estado de Israel, por violar la soberanía de la nación africana y bombardear una fábrica militar ubicada en su capital, Jartum.
El embajador de Sudán ante la ONU, Daffa-Alla Ali Osman Elhag, denunció que cuatro aviones de guerra israelíes atacaron una fábrica de armas en la ciudad capital, este miércoles, asesinando a dos personas y causando númerosos daños materiales.
El diplomático calificó el ataque armado como una "violación flagrante" de la Carta Fundacional de la ONU y, por lo tanto, exigió la condena del organismo mundial al “Estado sionista”.
"Cuatro aviones israelíes invadieron nuestro espacio aéreo y perpetraron este repugnante ataque. Rechazamos la agresión y esperamos que el Consejo estime condenar a Tel Aviv por violar flagrantemente los conceptos de paz y seguridad" y la Carta de la ONU”, precisó.
Tras el ataque a la fábrica de armas, cientos de sudaneses salieron a las calles de la ciudad capital para protestar por dicha acción militar israelí.
Los manifestantes corean consignas contra los regímenes de Israel y Estados Unidos, tales como "Muerte a Israel" e "Eliminen a Israel del mapa".
No se trata de la primera denuncia que Jartum hace contra Tel Aviv, pues en mayo pasado responsabilizó al Gobierno israelí por un ataque mortal que destruyó un automóvil y mató a un hombre de negocios en Port Sudan (noreste).
Igualmente, en 2001, Sudán también culpó a Israel por otro ataque mortal con un misil que impacto sobre un coche cerca de Port Sudán.
El Gobierno sudanés acusó a Israel de “poner en peligro la paz y la seguridad en toda la región” y también de estar involucrado en el conflicto de Darfur, una región ubicada al sur del país.
"Todos sabemos que Israel tiene las manos metidas en el conflicto de Darfur", aseguró, recordando que debido a esta guerra más de 300 mil personas han sido asesinadas durante la última década.
Según la ONU, medio millón de personas han sido desplazadas en Darfur, desde que estallaron los combates entre las fuerzas gubernamentales sudanesas y sus aliados milicianos contra grupos armados rebeldes, en febrero de 2003.
Hasta la fecha, la administración de Benjamin Netanyahu no se ha pronunciado al respecto de esta denuncia de Sudán, ni para reivindicarse el ataque, ni tampoco para negarlo.
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