En Diciembre pasado se publicó en wakingtimes.com este breve pero sustancioso planteamiento que hemos traducido. Su título es lo suficientemente explícito como para adelantar de qué trata (de la metafísica del simbolismo, que, siendo un campo de energía, nos afecta como cuerpos en esta realidad tridimensional). Nos parece claro y razonable e interesante.
El Simbolismo, Saturno
y la Energía de Temor y Control
por Linda George
10 de Diciembre de 2012
¿Qué es un símbolo? En esencia, algo que representa algo más. La palabra
"simbólico" es definida como "La práctica de representar cosas por medio de símbolos o de atribuír
sentido o significado simbólico a objetos, acontecimientos o relaciones".
Sí, bien, pero sabemos que hay más en cuanto al simbolismo que una
definición prolija. Cuando decimos que algo es "simbólico" queremos
decir que algo tiene un sentido más profundo, pero es uno que nosotros no
podemos definir completamente o explicar tan bien en palabras. Y ésta es una de
aquellas palabras encantadoras que insinúa el misterio. Es interesante, pero la
palabra "simbólico" parece ser altamente simbólica... lo que es
irónico.
Soy una astróloga, así que para señalar lo
obvio, trato con el lenguaje del simbolismo sobre una base diaria. La astrología
es un "lenguaje simbólico"... y los símbolos son los glifos de los
signos y planetas, y el arreglo del horóscopo mismo. Los símbolos de la
astrología comunican la información.
Los símbolos son realmente paquetes de información. Más exactamente, un símbolo
es un campo de información. Es decir, una imagen, ya sea una forma o un color,
o una combinación de ambos, que comunica a nuestras percepciones una
información específica. La información existe antes que nada en el nivel del
patrón de frecuencia o de un patrón vibracional. Esta vibración o patrón de
frecuencia viaja en ondas. Todo es información en forma de onda, antes de ser
algo más. Todo lo que vemos, oímos o percibimos en el universo existe
primariamente como información en forma de onda. Es sólo cuando decodificamos
la onda o el patrón de frecuencia, que parece real, sólido o de algún modo
perceptible. Hasta que decodificamos esta forma primordial de información,
permanece en el nivel del universo metafísico: invisible, no oída, intocada,
desconocida, no evidente. Pero está allí, codificada en un patrón de ondas que
está más allá del rango de frecuencia de nuestro aparato sensorial. Una vez que
decodificamos la información, que es electromagnética en su naturaleza, nos
damos cuenta de ella, la percibimos. Tal percepción puede ser consciente, o
puede soslayar la mente consciente completamente e ir directamente a nuestra
mente inconsciente. La percepción ha ocurrido, a pesar de todo. En algún nivel
hemos percibido el campo de energía que el símbolo comunicó y que ha hecho
impacto sobre nuestro campo de energía.
Los símbolos son percibidos entonces en un
nivel consciente, o en uno inconsciente. Muchos de nosotros somos conscientes
del hecho de que en este mundo nuestra percepción está siendo constantemente
manipulada. Esto es hecho en una variedad de formas, y una de ellas es mediante
el simbolismo. Por qué esto es así, es materia de otra discusión. Y es una
grande. Por el momento, quedémonos con este hecho: nuestra percepción está
siendo manipulada por medio de la percepción consciente o inconsciente de los
campos de información contenidos en los símbolos.
Los símbolos son potentes transportadores
de información, porque en un pequeño paquete pueden estar contenidas múltiples
capas de significado. Vemos esto en la astrología. El símbolo para Saturno, por
ejemplo, nos dice que podemos estar tratando con la energía del tiempo, la
autoridad, el control, el miedo, la ansiedad, el bloqueo, la restricción, la
limitación, la disciplina, el trabajo duro, la dificultad, los límites, las
estructuras físicas, el envejecimiento, la ley, los huesos, los dientes, el
esqueleto, el color negro, etcétera. Vemos de esta lista que Saturno tiene algo
que ver con el mundo físico, material, de tres dimensiones. Una vez que vamos
más allá de este reino tridimensional, el tiempo, por ejemplo, no tiene ninguna
importancia. Vemos también que Saturno tiene mucho que ver con el miedo y el
control y las limitaciones y leyes del mundo material: Saturno, en una palabra.
El
campo de frecuencia vibratoria que emana del planeta Saturno es comunicado a
nuestra mente consciente, y de una forma más preocupante, a nuestra mente
inconsciente, mediante el lenguaje del simbolismo. Esto significa que el campo
de frecuencia del miedo y el control afecta nuestro propio campo de frecuencia,
y de esa manera lo cambia (cuando dos campos se tocan, ambos son alterados) sin
que nosotros siquiera lo sepamos. El simbolismo de Saturno va lejos más allá de
la astrología: impregna nuestra cultura en cada nivel. Todas las religiones
organizadas son abundantes en el simbolismo de Saturno: está la cruz (un
símbolo de Saturno, que representa la intersección del espíritu con la
materia), el kaabar (un símbolo de Saturno), y los trajes negros del
clero (simbolismo de Saturno otra vez), por mencionar sólo unos pocos. El
satanismo (obviamente de la palabra Saturno) y la magia negra emplean símbolos
(el pentagrama, el cráneo y las tibias cruzadas, la cabra con cuernos Bafomet)
y el poder de las palabras (otra forma de simbolismo) para invocar (malas)
energías específicas para lograr resultados específicos.
Vemos el satanismo descaradamente promovido en el mundo del espectáculo
hoy a través del simbolismo. El simbolismo de Saturno es visto con frecuencia
en las masónicas baldosas cuadradas blancas y negras de los pisos de los
edificios de las catedrales (control) y del gobierno (control). Está a menudo
presente en logotipos corporativos, junto con, por supuesto, una multitud de
otros campos de información, diseñados para comunicar mensajes específicos a un
público ingenuo.
La energía de Saturno es la energía del temor y del control, y es la
energía que define más claramente la densa y material tercera dimensión, el
lugar donde la energía en forma de onda reduce su velocidad al extremo, lo que
provoca la apariencia de solidez. Este es el mundo de las formas, el mundo de
las formas finitas. El mundo que Saturno rige, como decimos en astrología.
A medida que nos movemos hacia la nueva
Era, o la nueva tierra como Eckhart Tolle la denomina, las garras del mundo
físico comienzan a soltarse, el dominio de Saturno comienza a derrumbarse. Más
de nosotros comienzan a darse cuenta del hecho de que nada es sólido y que todo
es energía, y por lo tanto todo es una frecuencia vibratoria. La energía del
temor y el control es sólo eso, una frecuencia. Es una frecuencia que cuando es
introducida en nuestros campos de energía individuales tiene el potencial para
interrumpir su coherencia. El malestar y la enfermedad son manifestaciones de
campos de energía interrumpidos. Los campos de energía incoherentes nos ponen
enfermos, ellos nos hacen emocional y mentalmente inestables, ellos roban
nuestra alegría y la sustituyen por el dolor. Como si no fueran suficiente los
asaltos sobre nuestros campos de energía que vienen del ambiente externo en
forma de EMFs (los campos electromagnéticos de frecuencia diferente a la
nuestra propia) y productos químicos en nuestra comida y agua, pesticidas y chemtrails,
estamos siendo atacados simultáneamente con frecuencias generadas mediante el
simbolismo, diseñadas (por aquellos que saben) para interrumpirlos
posteriormente y mantenenrnos bajo la sujeción del miedo y el control. Cuando
la gente es temerosa, es más fácil de controlar, y en eso consiste la agenda.
La religión es un claro ejemplo del control por medio del miedo. Sólo hay que
mirarla. Las religiones organizadas son maestras en aquello de dividir para reinar, y abundantes de
simbolismo: el simbolismo de Saturno.
Entonces ¿dónde nos deja esto?. La
respuesta es simple: cuando somos conscientes del juego, aquél de la
manipulación de nuestras percepciones, podemos desconectarnos de él. Ya no
somos susceptibles a la manipulación una vez que lo vemos. Cada uno de nosotros
tiene la capacidad de anular los mensajes y frecuencias que vienen a nosotros
por medio del simbolismo que está en todas partes alrededor de nosotros, pura y
simplemente sabiendo que está allí. Podemos decidir apartarnos, y concentrarnos
en cambio en cosas más positivas. Tal como podemos decidir no mirar las
noticias de la televisión, o no leer los diarios, porque sabemos que nuestros
campos de energía están siendo afectados negativamente por hacer aquello,
podemos reírnos de las tentativas patéticas de manipularnos, aunque sean de
aquellos que parecen saber más sobre el mundo escondido (ocultista) que la
mayor parte de nosotros.
No tenemos que jugar el juego. La gente
sólo juega el juego porque ellos son inconscientes de que lo están jugando. Y
es un juego. No es real. Todo el asunto es una ilusión. Es la ilusión de un
mundo que parece ser sólido y verdadero, cuando de hecho no consiste sino en
campos de energía cambiantes y entremezclados. Tomamos todo esto demasiado
seriamente. Ah, y eso es Saturno otra vez: la seriedad. La seriedad y la
responsabilidad (usted tiene que trabajar duro y ser serio, ¡o usted no
sobrevivirá!). Éste es el dominio de Saturno. El tiempo es otro rasgo del
"programa Saturno", y mire cuán controlados estamos, cuán tensionados
estamos por el tiempo. Quizá es tiempo para desengancharnos del programa. Otro
pensamiento: cada uno de nosotros tiene a Saturno en nuestras cartas astrológicas.
No podemos hacer que se vaya; estaba allí en el cielo en el momento de nuestro
nacimiento. Estamos siendo afectados por el programa de Saturno tan ciertamente
como cada uno en el planeta. Pero lo que podemos hacer es cambiar la energía de
Saturno mediante la conciencia. ¡Cambiar el programa! (Y ése tambien es otro
tema).
Ahora que me he concentrado demasiado sobre lo negativo aquí, se
requiere un poco de equilibrio: el simbolismo tiene la capacidad de comunicar
información que es positiva y con ello de elevar. Piense en una imagen que para
usted sea grata. Mire alrededor suyo ahora, y estoy seguro que usted verá un
mundo de campos de información, un mundo de símbolos viniendo hacia usted, que
hablan a su alma. El mundo del simbolismo negativo habla a algo más. Habla al
cerebro izquierdo, el ego, el lado suyo que conoce el miedo y cree en (la ilusión
de) la separación. Siempre es una elección la que tenemos que hacer: ¿qué
escucharemos... y qué veremos?: ¿el ego, la separación, el miedo... o la
unidad, la alegría, el afecto?.
La energía de Saturno es una realidad, si
compramos la realidad de este reino material. Si no lo hacemos... no lo es.
Cuando nos movemos más profundamente en la transformación, creo que la solidez
del mundo comenzará a ablandarse y a disolverse, y percibiremos dimensiones más
allá de ésta. El infinito ya está dando a conocer su presencia. Entenderemos
que el mundo finito que vemos y sentimos alrededor de nosotros es sólo un
aspecto de un cuadro mucho más grande. Entonces, los manipuladores estarán
luchando por una causa perdida. Los días de nuestra esclavitud mental se terminarán
y seremos realmente creadores de nuestra propia realidad.−
Fuente: EditorialStreicher
Fuente: EditorialStreicher
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