Ningun conocimiento se nos da si no existe en nosotros la voluntad de conocer, ninguna droga nos salva si no queremos ser salvados.


"La experiencia más hermosa que podemos tener es lo misterioso. Es la emoción fundamental de la que
nace todo arte y ciencia verdaderos. Quien no la conozca y ya no pueda sorprenderse ni maravillarse, es
como si estuviera muerto y sus ojos estuvieran cerrados"

"Nada de lo que escuches, sin importar quien lo diga.
Nada de lo que leas, sin importar dónde esté escrito.
Nada debes aceptar, sin previo discernirlo.
Y por ti mismo, deberás decidir su validez o no.
¡Investiga!"


sábado, 22 de junio de 2013

Aprender a meditar

Meditar es una de las actividades que mas benefician en todos los sentidos a nuestra salud física y mental. La contemplación interior, el silencio, la relajación, la visualización de imágenes y escenas placenteras si se quiere, provocan una gran sensación de bienestar cuando se hace regularmente. Ahora bien, ¿que significa exactamente meditar? ¿como se hace eso de poner la mente en blanco? ¿hay que realmente dejar de pensar en todo para meditar? ¿como sé que lo estoy haciendo bien?



Meditar es una práctica que con el tiempo se mejora, pero para aquellos que no se han iniciado aún, estas preguntas son comunes. ¿Es dificil meditar? ¿Debo hacer yoga o alguna otra disciplina para hacerlo bien? La respuesta es no. Para meditar no hace falta nada mas que tu, un lugar comodo y tiempo por delante en el cual nadie vaya a molestarte.

Dejar la mente en blanco

Se dice que cuando se medita hay que dejar la mente en blanco. En realidad es bastante dificil apagar el incesante parloteo de la mente que genera miles de pensamientos sin parar. Nuestra identificación con esos pensamientos nos tiene todo el día sumido en un constante ruido mental, cual procesador de ordenador que no deja de ejecutar instrucciones y elaborar ideas. Si pudieramos apagar nuestra mente, deshacernos de ella por un momento, o al menos ignorar todo ese murmullo que se cuece en nuestra cabeza estaremos cerca de lo que se dice “dejar la mente en blanco”. Pero esto no es del todo necesario al principio y ademas es bastante complicado de conseguir. Require esfuerzo, paciencia, práctica. Requiere descubrir ese ínfimo espacio que existe entre un pensamiento y otro, en el cual no hay nada, y concentrarte en él, hacerlo cada vez mas grande, de forma que al final, todo lo que cuente para ti sea ese espacio en blanco, vacío, que ocurre entre idea e idea.

Llegar a este nivel, a no prestar atención a nada mas que al vacío entre pensamientos, a desconectar si se puede la mente y separarla de nuestro yo, de nuestra esencia, es el objetivo de aquellos que realizan la meditación como forma de introsprección personal.

Nuestra mente, aliada y enemiga

Como habíamos comentado alguna vez, la mente genera mas de 65000 pensamientos al día. Es una máquina de procesar datos tomados de todos los sentidos de nuestro cuerpo y almacenarlos, gestionarlos, tomar decisiones, dar ordenes, etc. La mente no para nunca, y por ello mismo a veces es más nuestra enemiga que nuestra aliada. La mente es el ordenador central de nuestro cuerpo, pero no es la entidad que lo controla. Esa entidad somos nosotros, tu ser interior, tu esencia. Si la mente se parara, quedarías solo tu, el “yo verdadero”, el que mora este cuerpo el cual estás ahora usando como medio de expresión en el mundo.

Nuestra mente, además, es la “creadora” de lo que podríamos llamar nuestro “ego” o nuestra personalidad interior física. El ego no es el ser interior que habita este cuerpo, sino la energía que da forma a los procesos mentales recibidos y generados. El ego es como la personalidad generada por nuestra mente a partir de datos de entrada a lo largo de muchos años: sentimientos, emociones, pensamientos, traumas, problemas, alegrías. De ahí las diferentes facetas del ego y sus arquetipos. Pero ni la mente ni el ego somos nosotros. Y cuando queremos meditar profundamente, hemos de dejar a ambos a un lado y centranos en el ser interior que somos de verdad.

Como meditar

Meditar, para empezar, es vivir el momento e instante presente. Si la mente y el ego viven siempre en el pasado y en el futuro (intenta encontrar un pensamiento en tu cabeza que no tenga que ver con algo que ha pasado o con algo que esperas que pase), el ser interior, tu yo verdadero, solo conoce el presente. Vivir en el presente, como a veces se dice, es vivir tomando plena conciencia de este momento, los sonidos, la posición, el tacto, el ambiente. Exactamente lo que esta pasando ahora, y mantenernos ahí.  Cuando conseguimos mantener nuestra atención focalizada constantemente en el presente, en lo que estamos haciendo ahora, con nuestros cinco sentidos alerta, estamos ejecutando el proceso de meditar. Podemos meditar fregando los platos, subiendo una escalera o planchando la ropa. Lo importante es la actividad mental, donde esta puesta la concentración y quien tiene el control, tu mente o tu ser interior. Cuanto mas tiempo le dés a este último para que sea quien guíe tu vida, mas fácil te sera disfrutar de esta.

Crear un ritual

Además de poner toda tu atención en cada una de las actividades cotidianas de forma que la mente no este sujeta ni al pasado ni al futuro, sino que todo lo que entren por tus sentidos sea el “ahora”, crear un ritual de meditación regular, en un sitio concreto ayuda a que el proceso cuaje en nosotros y se integre en nuestra rutina diaria. Lo único importante es escoger un momento del día que sepamos que vamos a estar relajados y sin ser interrumpidos. Podemos crearnos nuestro rincón especial en casa, poner incienso o velas si queremos, o música relajante. El hacerlo regularmente en el mismo sitio crea un hábito gracias al cual nos será más fácil entrar en estado de relajación mental.

¿Que hacemos cuando meditamos?

El hecho de sentarse a meditar puede usarse para muchas cosas. Puede usarse para entrar en comunicación con tu ser interior, tu intuición, alma o como quieras llamarlo. Intentar obtener respuestas a preguntas o inquitudes, escuchando no a tus pensamientos sino a lo que pueda venir de más adentro. Se puede usar para relajar completamente el cuerpo, ayudar a su curación y recuperación, se puede usar para visualizar nuestros objetivos y deseos que queremos se manifiesten, etc.

Tampoco hay que luchar contra esa mente que nos sigue mandando pensamientos y nos distrae, sino convertirnos en meros espectadores de los mismos, porque si te identificas con tu yo interior, puedes posicionarte como observador de lo que tu mente esta creando y manipulando, y no dejarte engañar por ello. Porque tu no eres tu mente. Y la meditación  es la práctica que te puede ayudar a darle más luz a lo que hay detras de ella, en tu interior, y en consecuencia obtener los beneficios que puede traernos a todos los ambitos de nuestra vida.

Fuente: DavidTopí

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