En los cielos de todo el mundo se dibuja a diario una gigantesca red de las estelas dejadas por los aviones. Sin embargo no todas son fruto del motor a reacción. Algunos investigadores denuncian que un tipo concreto de estas estelas son consecuencia de operaciones militares orientadas a producir alteraciones en el clima y que también contienen sustancias químicas peligrosas para los ecosistemas y la salud de la población. ¿Estamos ante una sospecha justificada?
Si quereis saber mas os recomiendo este video.
Si miramos el cielo en un día despejado, es posible que veamos la estela blanca característica que dejan tras su paso los aviones a reacción. Hasta aquí todo es normal.
Sin embargo, desde hace algunos años estos trazos blancos no se diluyen, sino que permanecen en el firmamento durante mucho tiempo, extendiéndose lentamente hasta formar una leve bruma, incluso se observan verdaderos diseños similares a rejillas que éstos aviones dibujan en el cielo.
Son los llamados chemtrails (trazos químicos, en inglés). Y según algunos investigadores no se trata de las clásicas estelas de los aviones (contrails), sino de una auténtica fumigación química.
El análisis químico de la composición de estas estelas persistentes al precipitarse sobre la tierra parece justificar las sospechas. Estos estudios han identificado metales pesados como el barium o el aluminio.
Quienes investigan dicho fenómeno, a caballo entre la leyenda urbana y la conspiración, aseguran que esos trazos químicos son responsables de numerosas alergias, dolores de cabeza, e incluso de cambios meteorológicos. Pero hay más ...
Condensación versus quimificación
"¡Allá va un avión a chorro!", exclaman quienes observan en el azul cielo estelas blancas que se desvanecen rápidamente. Son producto de la condensación del aire caliente de los motores (contrails) en contacto con temperaturas gélidas. Las columnas de humo químico blanco (chemtrails), en cambio, permanecen por horas en las alturas y gradualmente se entremezclan hasta ocultar el azul.
Las aeronaves fumigadoras vuelan en peligrosas piruetas entrecruzadas y en proximidad ilegal unas de otras. Observadas bajo ciertos ángulos de la luz solar las estelas químicas se identifican por barras prismáticas de colores.
Una operación encubierta nunca antes realizada por militares está causando enfermedad y consternación en varios países. Según expertos, los responsables son aviones cisterna de la Fuerza Aérea, en desafío a regulaciones de la aviación civil, la salud pública y las leyes de polución.
En resumidas cuentas, no tenemos certeza de lo que nos está cayendo. Si el gobierno fumiga sustancias tóxicas sobre su propio pueblo, a sabiendas de que producen epidemias fatales, comete asesinato. Aún si se toma como una "necesidad operativa" por razones de seguridad nacional, cualquier militar que deliberadamente enferma y mata a su pueblo traiciona a la población a la cual juró proteger.
A pesar de sus repetidas protestas de inocencia, la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha estado implicada en fumigaciones desde los años 90.
Las pruebas hablan
Las estelas del aerosol fueron fotografiadas vía satélite sobre Irak y Arabia Saudita durante la Guerra del Golfo y ahora en los Estados Unidos, San Francisco, Oakland , Berkeley, Santa cruz y todo California. Afganistán fue saturado con aerosol químico, y las fibras de polímero del aerosol de bario en la atmósfera pueden ser usadas como un sistema de detección óptica para descubrir la presencia de agentes biológicos. ¿Suena increíble? Quizás lo sea.
El programa ha sido declarado "secreto" para la población civil y para las agencias de protección ambiental (EPA). En verdad, los sistemas computarizados y la química han sido fusionados para usar como armas de guerra, en detrimento de la salud ambiental y humana.
¿Cómo puede mantenerse en secreto una estratagema tan grandiosa de ingeniería planetaria? Bien, piensen por cuánto tiempo se han ocultado a un público drogado, indiferente y desilusionado, los horrores del agente naranja entre el pueblo vietnamita, la enfermedad de la Guerra del Golfo, que dejó incapacitados o mató a miles de combatientes, o las 16.000 muertes en Chernobyl.
Las sales solubles de bario son tóxicas para los mamíferos; se diluyen rápidamente en el tracto gastrointestinal y se depositan en músculos, pulmones y huesos. No se sabe el efecto a largo plazo que tiene el bario en los seres humanos.
Cientos de miles de norteamericanos llenan las salas de emergencia de los hospitales en una especie de epidemia de una enfermedad fatal con características gripales, y es fácil deducir que pueda estarse llevando a cabo algún tipo de "selección de población" algo que ha sido meticulosamente documentado de acuerdo al plan del Comité de 300 de Haig-Kissinger, de reducir la población mundial en 2 billones de personas por medio de guerras, hambruna, enfermedades, etc.
Según pioneros eugenistas, desde hace 85 años se realiza la eliminación de "comilones inútiles" y "malezas humanas". No hay evidencia, ni pruebas en el otro sentido, de que la fumigación con químicos sea un atentado deliberado para reducir la población, a pesar de lo que publicó el Dr. John Coleman en noviembre de 1991.
Fuente: Nosotros
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario aquí