Conocer y Observar
Conocer y observar son dos cosas diferentes. Conocemos o sabemos que en
un instante dado nos encontramos en un estado negativo, tal vez con
algún problema o preocupados por éste o aquel asunto, en estado de
desasosiego o incertidumbre, etc., pero esto no significa que nos
estemos observando interiormente. Muchos confunden la observación de sí
mismo, con el conocer de si mismo. La observación que es ciento por
ciento activa, es un medio de cambio de conducta, mientras que el
conocer, que es pasivo, no lo es. Pensar y observar resultan también muy
diferentes. Cualquier sujeto puede darse el lujo de pensar sobre si
mismo todo lo que quiera, pero esto no quiere decir que se esté
observando a si mismo.
Observador y Observado
Si uno de verdad y muy sinceramente comienza a observarse internamente, resulta dividiéndose en dos: en un sujeto Observador y un sujeto Observado.
Si tal división no se produjera, es evidente que nunca daríamos un paso
adelante en el camino maravilloso del desarrollo espiritual. ¿Cómo
podríamos observarnos a nosotros mismos si cometiéramos el error de no
querer dividirnos entre Observador y Observado? Si tal división no se
produce, es obvio que nunca daremos un paso adelante en el camino de
saber quienes somos realmente, exponiéndonos a seguir siendo siempre
víctimas de las circunstancias.
¿Cómo podría modificar las circunstancias de su vida aquel que no se
conoce a si mismo? ¿Cómo podría conocerse a si mismo quien nunca se ha
observado internamente? ¿De qué manera podría alguien auto-observarse si
no se divide previamente en Observador y Observado?
Ahora bien, nadie puede empezar a cambiar radicalmente en tanto no sea
capaz de decir: "Este deseo mio lo debo eliminar"; "este pensamiento
egoísta que me atormenta necesito desintegrarlo"; "este sentimiento que
hiere mi corazón necesito reducirlo a polvo"; etc., etc., etc.
Naturalmente esto es imposible para quien nunca se ha dividido entre
Observador y Observado. Quien toma todos sus procesos psicológicos como
funcionalismo de un Yo único, individual e inmodificable, se encuentra
tan identificado con todos sus errores, los tiene tan unidos a si mismo,
que ha perdido por tal motivo la capacidad de arrancarlos de su mente.
Obviamente personas así jamás podrán cambiar eliminado sus erróneas
formas de actuar.
Práctica de la Auto-observación
La clase de conocimiento que transforma interiormente a una persona,
jamás podrá lograrse mediante la observación externa (con los 5
sentidos). El verdadero conocimiento que realmente puede originar en
nosotros un cambio interior fundamental tiene por base la
auto-observación directa de si mismo. La observación simple es un medio
para modificar las condiciones mecánicas del mundo externo, en cambio la
auto-observación es un medio práctico para lograr una transformación
radical de la persona misma.
Necesitamos ver a los distintos egos en acción, que existen dentro de
nuestra psiquis, comprender que dentro de cada uno de ellos existe un
porcentaje de nuestra propia conciencia, arrepentirnos de haberlos
creado, etc. Entonces exclamaremos. "¿Pero qué está haciendo este Yo
mío? ¿Qué está diciendo? ¿Qué es lo que quiere? ¿Por qué me atormenta
con su lujuria, con su ira, con sus celos, con su maldad, con su egoísmo?", etc., etc., etc. Entonces veremos dentro de uno mismo, todo
ese tren de pensamientos, emociones, deseos, pasiones, comedias
privadas, dramas personales, elaboradas mentiras, discursos, excusas,
morbosidades, cuadros de lascivia, etc., etc., etc. Muchas veces antes
de dormirnos en el preciso instante de transición entre vigilia y sueño
sentimos dentro de nuestra mente distintas voces que hablan entre sí,
que nos llevan de aquí para allá.
La observación de uno mismo permite que penetre un rayo de luz en nuestro interior.
Cuando uno de verdad quiere conocerse a si mismo, debe auto-observarse y
tratar de conocer los diferentes egos que están metidos dentro de
nuestra personalidad. A medida que uno practica la auto-observación
interna, va descubriendo por si mismo a muchas entidades, a muchos egos,
que viven dentro de uno. Este tipo de trabajo no es externo sino
interno y quienes piensen que cualquier manual de urbanidad o sistema
ético externo y superficial les pueda llevar al éxito, están de hecho
totalmente equivocados. Sin embargo no podríamos trabajar sobre nosotros
mismos con la intención de disolver tal o cual ego erróneo sin haberlo
observado previamente.
Si alguno de nuestros lectores no comprende todavía esta doctrina de los
muchos Yoes o egos, se debe exclusivamente a la falta de práctica en
materia de auto-observación interna. Cualquier contrariedad, cualquier
incidente, puede conducirnos mediante la auto-observación al
descubrimiento de un ego, ya sea éste de importancia personal, envidia,
celos, ira, codicia, sospecha, calumnia, lujuria, etc., etc., etc. A
medida que el sentido de auto-observación prosiga su desarrollo mediante
el uso continuo, nos iremos haciendo cada vez más capaces de percibir
en forma directa aquellos egos sobre los cuales jamás tuvimos dato
alguno relacionado con su existencia. El sentido de la auto-observación
interna además de permitirte ver claramente al ego que estáis
disolviendo, te permitirá también ver los resultados de tu trabajo
interior.
Sin embargo, las gentes no quieren verse a si mismas, algunos teniendo
ganas de trabajar sobre si mismos, justifican su negligencia con frases
como la siguiente: "El trabajo en la oficina no me permite trabajar
sobre mi mismo". Palabras éstas sin sentido, huecas, vanas, absurdas,
que sólo sirven para justificar la indolencia, la pereza, la falta de
amor por si mismo. Gentes así, aunque tengan muchas inquietudes
espirituales, es obvio que no cambiarán nunca.
Observarnos a nosotros mismos es urgente, inaplazable, impostergable. La
auto-observación interna es fundamental para el cambio verdadero. ¿Cuál
es su estado psicológico al levantarse? ¿Cuál es su estado de ánimo
durante el desayuno? ¿Estuvo impaciente con su esposa?, ¿Con el mesero?
¿Por qué estuvo impaciente? ¿Qué es lo que siempre le trastorna?, etc.
En el trabajo sobre si mismo no existe nada despreciable. Cualquier
pensamiento por insignificante que sea, merece ser observado. Cualquier
emoción negativa, reacción, etc., debe ser observada.
Observar nuestras reacciones mecánicas ante todos esos pequeños detalles
de alcoba, hogar, comedor, casa, calle, trabajo, etc., lo que uno dice,
siente y piensa, es ciertamente lo más indicado. Cada uno de nosotros
se encuentra en determinada etapa psicológica y no podremos salir de la
misma, a menos que descubramos directamente a todas esas entidades o
egos que viven dentro nuestro y que necesitamos eliminar para lograr la
transformación radical que deseamos.
Esta percepción, esta auto-observación, cambia fundamentalmente todos
los conceptos equivocados que sobre nosotros mismos teníamos y como
resultado evidenciamos el hecho concreto de que no poseemos una
verdadera individualidad. Mientras no nos auto-observemos, viviremos en
la ilusión de que somos uno solo y en consecuencia nuestra vida será
equivocada. Cualquier cambio interno exige la eliminación previa de los
egos que llevamos dentro. De ninguna manera podríamos eliminar tales
egos si no los observamos en nuestro interior. Cuando se continúa con la
convicción absurda que se es Uno solo, que se posee un solo Yo
permanente, resulta algo más que imposible el trabajo serio sobre si
mismo.
Quien siempre se cree Uno, nunca será capaz de separarse de sus propios
elementos indeseables. Considerará a cada pensamiento, sentimiento,
deseo, emoción, pasión, afecto, etc., etc., como funcionalismo
diferentes, inmodificables, de su propia naturaleza y hasta se
justificará ante los demás diciendo que tales o cuales defectos
personales son de carácter hereditario...Quien acepta la doctrina de los
muchos Yoes o egos, comprende a base de observación que cada deseo,
pensamiento, acción, pasión etc., corresponde a este u otro ego
distinto, diferente... El sentido de la auto-observación interna se
encuentra atrofiado en la mayoría de las personas. Trabajando
seriamente, auto-observándose de momento en momento, tal sentido se
desarrollará en forma progresiva.
Fuente: Esociencia-omar
Técnica recomendada por el Maestro Samael! La más efectiva para decidirse a despertar de una vez.
ResponderEliminarGracias.
Gracias por tu comentario, estamos en ello. Un saludo.
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