Ninguna escritura sagrada contempla que Jesús naciese un 25 de diciembre, fecha de cumpleaños de Mitra, dios persa cuyo culto, muy similar al cristianismo, absorbió la primitiva iglesia católica
Los cristianos celebran cada 25 de diciembre el nacimiento de Jesús, pero la Biblia no hace ninguna referencia a esa fecha que es, en realidad, una adaptación del festejo del nacimiento del dios Mitra, que rivalizaba con el cristianismo en la época del imperio romano. El parecido entre ambos cultos es evidente. Se cree que Mitra nació en una cueva a la que llegaron unos magos, guiados por una estrella. No fue hasta el siglo IV cuando la Iglesia comenzó a celebrar la Navidad el 25 de diciembre, algo que no gustó en todos los países.
La tradición cristiana celebra la noche del 24 al 25 de diciembre el
nacimiento de Jesús, pero lo cierto es que en ninguna escritura sagrada
se hace mención a que esa sea la fecha de cumpleaños de Cristo. Ni en la
Biblia ni en la historia de la primera iglesia cristiana existen
registros sobre la celebración de la natividad o nacimiento de Cristo.
Para conocer el origen de la Navidad hay que remontarse a la adoración
del dios Mitra, divinidad persa del sol, que los romanos conocían como
Mitras.
La tradición narra que Mitra vino al mundo en una cueva a la que llegaron los magos para rendirle culto -al afirmar que se trataba del hijo de dios- tras ser guiados por una estrella. La fecha de cumpleaños de este dios del sol es el 25 de diciembre. Pero estos no son los únicos paralelismos de Mitra con los ritos cristianos. Se cree que fue asesinado por otro dios -el de la oscuridad-, pero que finalmente pudo levantarse de entre los muertos. Esta resurreción se conmemoraba al inicio de la primavera y para ello se sacrificaban un buey o cordero de color blanco sobre una rejilla a través de la cual se derramaba la sangre sobre los nuevos convertidos, que de este modo eran bautizados. Los discípulos de este dios persa ingerían pan y vino en una cena de comunión en masa.
El culto a Mitra se convirtió en un importante competidor del cristianismo en el tercer y cuarto siglo. Los romanos dedicaban un día exclusivo de la semana a la consagración del Día del Sol (Sunday en inglés, es decir, el domingo). En plena decadencia del imperio romano, los sucesivos emperadores dudaban entre ambos cultos como preferencia política. La balanza se inclinó finalmente hacia el cristianismo debido a la decisión del emperador Constantino en el año 312. Cuando la Iglesia cristiana es elegida por él como la religión oficial del imperio, comienza a absorber en su seno costumbres y ritos de origen pagano. Es así como el cristianismo adopta el 25 diciembre (nacimiento de Mitra), para asignar el nacimiento de Cristo.
No fue hasta el siglo IV cuando un Papa determinó que la Navidad se celebraría el 25 de diciembre ya que desde el siglo II y hasta entonces, la natividad se conmemoraba el 6 de enero, algo que todavía ocurre en la mayoría de iglesias de Oriente. Es plausible que la motivación principal de este cambio de fecha fuera el deseo de competir con el culto pagano y el culto de Mitra, que celebraban ese mismo día (debido al solsticio de invierno) la fiesta del nacimiento del Sol invicto.
El 25 de diciembre fue en Roma primero una fiesta pagana -las saturnalias que conmemoraban el fin de la siembra de invierno del 17 al 25 de diciembre-, adoptada luego por los fieles de Mitra y luego por la Iglesia católica. La celebración de la Navidad el 25 de diciembre se extendió pronto a todo Occidente y a parte de Oriente. Eso sí, el origen no cristiano de la Navidad provocó controversias entre las distintas iglesias cristianas. Un ejemplo es lo ocurrido en Reino Unido: los puritanos que controlaban el Parlamento inglés a mediados del siglo XVII ilegalizaron la celebración del 25 de diciembre. Una ley aprobada en 1659 condenaba al pago de cinco chelines a "quienquiera que sea descubierto festejando la Navidad".
Pocos son los cristianos que hoy en día saben del olvidado dios Mitra, pero sin darse cuenta celebran cada año con una gran fiesta su nacimiento.
Fuente: FarodeVigo
La tradición narra que Mitra vino al mundo en una cueva a la que llegaron los magos para rendirle culto -al afirmar que se trataba del hijo de dios- tras ser guiados por una estrella. La fecha de cumpleaños de este dios del sol es el 25 de diciembre. Pero estos no son los únicos paralelismos de Mitra con los ritos cristianos. Se cree que fue asesinado por otro dios -el de la oscuridad-, pero que finalmente pudo levantarse de entre los muertos. Esta resurreción se conmemoraba al inicio de la primavera y para ello se sacrificaban un buey o cordero de color blanco sobre una rejilla a través de la cual se derramaba la sangre sobre los nuevos convertidos, que de este modo eran bautizados. Los discípulos de este dios persa ingerían pan y vino en una cena de comunión en masa.
El culto a Mitra se convirtió en un importante competidor del cristianismo en el tercer y cuarto siglo. Los romanos dedicaban un día exclusivo de la semana a la consagración del Día del Sol (Sunday en inglés, es decir, el domingo). En plena decadencia del imperio romano, los sucesivos emperadores dudaban entre ambos cultos como preferencia política. La balanza se inclinó finalmente hacia el cristianismo debido a la decisión del emperador Constantino en el año 312. Cuando la Iglesia cristiana es elegida por él como la religión oficial del imperio, comienza a absorber en su seno costumbres y ritos de origen pagano. Es así como el cristianismo adopta el 25 diciembre (nacimiento de Mitra), para asignar el nacimiento de Cristo.
No fue hasta el siglo IV cuando un Papa determinó que la Navidad se celebraría el 25 de diciembre ya que desde el siglo II y hasta entonces, la natividad se conmemoraba el 6 de enero, algo que todavía ocurre en la mayoría de iglesias de Oriente. Es plausible que la motivación principal de este cambio de fecha fuera el deseo de competir con el culto pagano y el culto de Mitra, que celebraban ese mismo día (debido al solsticio de invierno) la fiesta del nacimiento del Sol invicto.
El 25 de diciembre fue en Roma primero una fiesta pagana -las saturnalias que conmemoraban el fin de la siembra de invierno del 17 al 25 de diciembre-, adoptada luego por los fieles de Mitra y luego por la Iglesia católica. La celebración de la Navidad el 25 de diciembre se extendió pronto a todo Occidente y a parte de Oriente. Eso sí, el origen no cristiano de la Navidad provocó controversias entre las distintas iglesias cristianas. Un ejemplo es lo ocurrido en Reino Unido: los puritanos que controlaban el Parlamento inglés a mediados del siglo XVII ilegalizaron la celebración del 25 de diciembre. Una ley aprobada en 1659 condenaba al pago de cinco chelines a "quienquiera que sea descubierto festejando la Navidad".
Pocos son los cristianos que hoy en día saben del olvidado dios Mitra, pero sin darse cuenta celebran cada año con una gran fiesta su nacimiento.
Fuente: FarodeVigo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario aquí