Según un estudio elaborado por el Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech) de Estados Unidos y la Universidad Autónoma de Aguascalientes de México, echar dispersante al petróleo vertido produjo una mezcla más tóxica que el propio petróleo para algunos ecosistemas de la zona.

Cuando se supo que el vertido del Golfo de México iba a ser el más grande de toda la historia de Estados Unidos, lo prioritario era que esa gran mancha negra desapareciera cuanto antes. La urgencia no es buena consejera. Se echó dispersante químico para tratar de proteger la superficie del mar y los ecosistemas costeros, pero no se tuvo en cuenta el daño que produciría en el fondo del océano.

Nunca antes se había utilizado tal cantidad de dispersantes ni durante un periodo tan prolongado. Eran 4,9 millones de barriles de petróleo que parecían imposibles de limpiar. Por eso se recurrió a los dispersantes. En total, se echaron al mar más de 7 millones de litros de un dispersante que empeoró la situación, ya que aumentó la toxicidad de la mezcla.

Según el estudio, la mezcla del dispersante con el petróleo tenía una toxicidad hasta 52 veces mayor que la del petróleo solo. En pruebas de laboratorio, la mezcla aumentó la mortalidad en rotíferos, unos animales microscópicos que forman parte de la base de la red alimentaria de la zona del Golfo de México. Hace tiempo que se usan rotíferos para evaluar el grado de toxicidad en el agua de mar.

Menos alimento para crustáceos y peces

 

Los dispersantes del vertido del Golfo de México aumentaron la toxicidad del petróleo

Además de matar a los rotíferos adultos, la mezcla inhibió en un 50% la eclosión de sus huevos. Estos animales microscópicos forman parte de la diera de crustáceos y peces jóvenes en los estuarios.

Este tipo de dispersantes son muy utilizados en caso de que se produzca un vertido petrolífero. Pero es necesario conocer sus efectos y saber si los beneficios que suponen compensan la toxicidad de la mezcla. Los científicos que han elaborado el estudio esperan que ayude a una mejor limpieza en futuros vertidos de petróleo.

Además, inyectar esos productos químicos bajo el agua no sirvió para mitigar significativamente el ascenso de petróleo a la superficie, ya que las gotas de petróleo eran demasiado pequeñas para que los dispersantes tuvieran un efecto significativo.

Fuente: EcologíaVerde