Cada cultura ha creado su propio calendario, casi todos basados en los movimientos de la Tierra y en las apariciones regulares del Sol y de la Luna. Los historiadores piensan que alrededor del año 4241 a.C., los egipcios usaban ya el calendario más exacto de la antigüedad, tenían un año que estaba dividido en 12 meses, de 30 días cada uno y más 5 días adicionales.
Alrededor de 753-717 a.C aparece el Calendario de Rómulo con 304 días
divididos en diez meses, cada mes variando de 16 a 36 días. Posteriormente,
el número de días de cada mes mudó para 30 ó 31 días, comprendiendo diez meses
lunares, siendo que el año debía siempre iniciarse en el equinoccio de la
primavera. Los nombres de los meses fue lo único que quedó de este calendario: Martius, Aprilis, Maius, Junius, Quintilis, Sextilis,
September, October, November, December.
Como la duración
del año era distinta al tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta alrededor del Sol, las
estaciones no se repetían siempre en las mismas fechas. Por eso, se decidió
añadir dos meses más al final de cada año. Así el Calendario Romano quedó compuesto por doce "meses
lunares", tiempo que transcurría entre una luna llena y la siguiente
(aproximadamente 29 días y medio) que ellos calcularon en 30 días. Así los doce
meses del primer calendario romano eran: Martius,
Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, September, October, November, December,
Ianuarius y Februarius.
El Calendario Juliano entró en vigor el 1°
de enero del año 45 a.C.
Este calendario debe su nombre al emperador Julio César quién llamó a Sosígenes
de Alejandría para dirigir el proyecto y corregir los errores del antiguo
calendario que estaba retrasado en tres meses con respecto a las estaciones.
Para que el nuevo calendario coincidiera con la entrada de las estaciones se
ampliaron a 15 los meses del año 45
a.C. conocido como "el año de la gran
confusión" porque nadie sabía exactamente en qué día vivía. A partir del
año siguiente el año pasó a tener 12
meses basándose en el Calendario Egipcio
que tenía 365 días más 1/4. A cada cuatro años se intercaló un día (éste es el
origen de los años bisiestos) y los meses tuvieron distinta duración, puesto
que 365 no es divisible por 12.
En honor a César
se dio el nombre de Julius al mes Quintilis. Julio César deseaba que el año nuevo
comenzara con el equinoccio de primavera, o con el solsticio de invierno pero
el senado romano decidió que comenzara en enero
porque era la fecha en que empezaban oficialmente los trabajos en el senado
romano.
El Senado cambió
el nombre del mes Sextilis por el de Augustus, el nuevo emperador. Como julio tenía 31 días se decidió que el
mes de agosto también tendría 31
días ya que era muy importante que César Augusto no se considerara inferior a Julio
César, para ello se le quitó un día a febrero.
La indicación Anno Domini (A. D., año del Señor), se
debe a Dionisio el Exiguo en el siglo VI.
Fue en el año 525, que el monje introdujo el Calendario Cristiano, al afirmar que Jesús había nacido el sábado
25 de Diciembre del año 753 a.u.c.
Situó el principio de la Nueva
Era, el A.D. 1 (Anno Domini 1) el sábado 1 de Enero del año 754 a.u.c.. Dionisio erró al no incluir el año cero que
debería situarse entre el año 1
a.C. y el año 1 d.C., verdad que el cero era un concepto
matemático desconocido en aquella época pero también se olvidó de contar los
cuatro años en los que el Emperador Augusto gobernó bajo el nombre de Octavio,
lo que da una diferencia de 5 años en total.
Al durar el año
juliano aproximadamente 11 m
y 14 s más que el año trópico (tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta
completa al Sol), acumulaba un error de un día por cada 128 años. En 1477 el
equinoccio de primavera se había adelantado al 11 de marzo lo que comenzó a
preocupar a la Iglesia
porque este error afectaba la
celebración de la Pascua
de Resurrección y las demás fiestas que dependían de ella.
En marzo de 1582,
el Papa Gregorio XIII estableció el Calendario
Gregoriano y como el Calendario
Juliano había acumulado un error de diez días con respecto al año trópico
estos días tuvieron que ser restados por lo que el día siguiente del jueves 4
de octubre fue el viernes 15 de octubre. Este ajuste logró que en el año 1583
el equinoccio de primavera fuese el 21 de marzo.
El Calendario Gregoriano, que acumula un
error de un día en 3226 años, fue adoptado por todos los países católicos y la
mayoría de los protestantes, aunque algunos de éstos no lo adoptaron
inmediatamente. Aún hoy en día hay fechas que los historiadores no pueden
determinar como consecuencia del cambio de calendarios, resulta que aunque
tanto Cervantes como Shakespeare murieron el martes 23 de Abril de 1616 en España
e Inglaterra respectivamente, en el caso de Cervantes se aplicaba ya el Calendario Gregoriano, mientras que en
el de Shakespeare la fecha corresponde al Calendario
Juliano. Así pues, Shakespeare murió el martes 3 de Mayo de 1616, según el Calendario
Gregoriano, por lo que no murió el mismo día que Cervantes.
Rusia, adoptó
oficialmente el Calendario Gregoriano
en 1940. Durante la
Revolución Bolchevique, 24 y 25 de Octubre de 1917, estaba
vigente el Calendario Juliano, por
lo que se la llamó Revolución de Octubre,
pero estos días corresponden al 6 y 7 de Noviembre de 1917, en el Calendario Gregoriano que son las
fechas en las que actualmente se conmemora la Revolución Rusa.
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Fuente: SeminarioHispánico
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