A la gente se le adiestra para ser actores; en todo el mundo verás que toda la gente actúa. A todos se les educa para actuar… nombres muy bellos -etiquetas, maneras-, pero detrás se oculta una psicología sutil para hacerte olvidar tu originalidad y para que te embebas del papel de actor que los intereses creados te tienen asignado.
Nunca te sientas
inspirado por nadie. Permanece abierto. Cuando veas un hermoso
atardecer, disfruta de su belleza; cuando veas a un Buda, disfruta de su
belleza, de su autenticidad, de su silencio. Disfruta la verdad que ha
realizado, pero no te conviertas en su seguidor. Todos los seguidores se
pierden.
Sigue siendo tú
mismo, porque los hombres como Gautama Buda se encontraron por ser ellos
mismos. Todos esos hermosos nombres: Lao Tse, Chuang Tzu, Lieh Tzu,
Bodhidharma, Nagarjuna, Pitágoras, Sócrates, Heráclito, Epicuro, todos
aquellos que han sido fuente de inspiración para tanta gente, eran ellos
mismos y nunca se sentían inspirados por nadie. Así es como protegían
su originalidad y seguían siendo ellos mismos.
He estado con
maestros y los he amado. Pero para mí, el deseo mismo de ser como ellos
es feo. Con un hombre es suficiente; otro igual a él no enriquecerá la
existencia, sólo será una carga.
Para mí, la
unicidad de los individuos es la mayor verdad. Ama a la gente que
encuentres auténtica y verdadera en alguna dimensión, la gente que esté
floreciendo. Pero recuerda que están floreciendo por su autenticidad y
su originalidad; por eso no caigas en la trampa de seguirles. Sé tú
mismo.
La famosa máxima de Sócrates es: «Conócete a ti mismo.» Pero no está completa. Antes de «Conócete a ti mismo» hace falta otra
máxima: «Sé tú mismo»; de otro modo quizá llegues a conocer al actor
que aparentas ser. Conocerte es lo segundo; lo primero es ser tú mismo.
Sé
tú mismo, nada más que tú mismo, simplemente tú mismo. Y recuerda que
estás arriesgando mucho cuando declaras que eres tú mismo. No perteneces
a ningún grupo, a ningún rebaño. Todos son rebaños: los hinduistas, los
musulmanes, los cristianos, los comunistas. Te estás declarando un individuo, sabiendo perfectamente
que es peligroso. Tal vez la multitud nunca te lo perdone. Pero es tan
bonito arriesgarse, caminar por el filo de la navaja, donde cada paso
que das es peligroso. Cuanto más peligrosamente vives, más vives. Y es
posible vivir en un instante toda la eternidad, si estás preparado para
vivir con totalidad, arriesgando absolutamente todo.
No quiero que
seas un hombre de negocios, quiero que seas un jugador. Y cuando estés
apostando, juégatelo todo. No te guardes nada para después. Entonces,
pase lo que pase, te traerá grandes bendiciones. Aunque te conviertas en
un mendigo, tu ser será mucho más majestuoso que el de un emperador .
La humanidad no
puede caer más bajo. Pero ha caído; ha olvidado la risa que tienen todos
los niños al nacer; ha perdido el camino hacia el bienestar y la integridad.
La puerta se abre
en este mismo instante, siempre en el aquí y ahora, donde se cruzan
continuamente la vida y la muerte. Has elegido orientarte hacia la
muerte porque les interesa a los que están en el poder, y has olvidado
que la vida va pasando mientras te ahogas en la tristeza.
Una vez, un
discípulo le preguntó a Confucio cómo ser feliz, cómo ser dichoso.
Confucio le dijo: «Estás haciendo una pregunta muy extraña, son cosas
naturales. Una rosa no pregunta cómo ser una rosa.» En lo que se refiere
a la tristeza y la desdicha, tendrás mucho tiempo cuando estés en la
tumba; entonces podrás ser desdichado a tus anchas. Pero mientras estás
vivo, estate totalmente vivo. De esa totalidad y de esa intensidad
surgirá la felicidad y, sin duda, un hombre feliz aprende a bailar.
Queremos que toda
la humanidad sea feliz, baile, cante. Entonces todo el planeta será
maduro, su conciencia evolucionará. La conciencia de un hombre
desgraciado, triste, no puede ser muy penetrante; su conciencia es
débil, mortecina, pesada, oscura. Sólo cuando te puedes reír
sinceramente desaparece toda la oscuridad como en un destello. OSHO
Soy
feliz por que acepto a los demás como son sin barreras ni obstáculo no
importa raza ni culturas por que todos son igual que yo.
Soy feliz repartiendo la paz y el amor que tengo dentro de mi corazón.
Soy feliz aunque la mayoría no, me ásete por que soy yo misma y libre como el viento.
Soy feliz a por que soy yo misma, y no una marioneta de lo demás.
Soy feliz a pesar del dolor y el sufrimiento.
Soy feliz por que soy libre como el viento y vosotros también podéis ser libre siendo vosotras misma .
Mari.
Fuente: StopSecrets
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