Ningun conocimiento se nos da si no existe en nosotros la voluntad de conocer, ninguna droga nos salva si no queremos ser salvados.


"La experiencia más hermosa que podemos tener es lo misterioso. Es la emoción fundamental de la que
nace todo arte y ciencia verdaderos. Quien no la conozca y ya no pueda sorprenderse ni maravillarse, es
como si estuviera muerto y sus ojos estuvieran cerrados"

"Nada de lo que escuches, sin importar quien lo diga.
Nada de lo que leas, sin importar dónde esté escrito.
Nada debes aceptar, sin previo discernirlo.
Y por ti mismo, deberás decidir su validez o no.
¡Investiga!"


miércoles, 5 de diciembre de 2012

Sun Gazing – Técnica de mirar el Sol. Sanación del cuerpo y del espiritu (Videos al final del post)

“Con el Sun Gazing poco a poco van consiguiendo un estado de meditación natural a lo largo del día. Esta meditación se integra de manera natural con sus actividades cotidianas.”



Hira Ratan Manek pasó de ser un empresario estresado a ser un maestro sin discípulos, un sosegado pero incansable trasmisor de una técnica sencilla basada en mirar al Sol, cuyos protocolos estableció el mismo. Se trata del Sun Gazing. Dicha herramienta, afirma, nos lleva al desarrollo espiritual, pasando antes por la limpieza emocional, mental y física. Manek ha investigado en las antiguas Escrituras Hindúes y Jainistas, además de otras prácticas en muchas culturas y ha experimentado sobre sí mismo, bajo estricta supervisión médica, esta técnica para aprovechar la energía del Sol y de la Tierra. Las personas que han practicado este método han podido ver que sus sentimientos negativos disminuían, que enfermedades crónicas desaparecían, y que cualquier obsesión por la comida quedaba atrás.


“La enfermedad es miedo. Ocurre que no tenemos fe en Dios. No nos rendimos a Dios, y por eso surge el miedo. Si la luz entra en el cerebro los miedos desaparecen. Quien se vuelve fuerte internamente ya no tiene miedo de enfermar o morir” HRM

El método de Manek debe practicarse preferentemente de pie y descalzo en contacto con la tierra y al aire libre, aunque también se puede hacer sentado en una silla o incluso desde la cama. Solo en las horas seguras para no lesionarse la vista, que es hasta una hora después de salir el Sol, y desde una hora antes del atardecer. Durante este espacio de tiempo, los rayos solares no tienen mucha fuerza, y la radiación UV es menor, así que no se causará ningún daño a los ojos. Comienza observando lo más relajadamente posible, al Sol durante sólo 10 segundos. No lo mires fijamente ni enfoques la vista a él: simplemente míralo distendidamente. Deshazte del estrés y la tensión, y relaja los músculos faciales y los ojos. Mantén una postura relajada. No es necesario mantener la mirada sin pestañear: deja que el parpadeo se produzca normalmente. Mientras lo practicas, debes buscar una actitud de “entrega” a la energía natural y cósmica del sol, así como un “auto-convencimiento” y una creencia profunda de que esta práctica te va a ayudar/curar/nutrir. Aumenta el tiempo que “miras al sol” 10 segundos más cada día. En el plazo de tres meses, estarás practicándolo alrededor de 15 minutos. En ese momento, toda la tensión mental y los problemas derivados de esta desaparecerán.

“Al final de los tres primeros meses que corresponden a 15 minutos mirando al Sol, la persona consigue una salud mental perfecta. Ello es previo a cualquier sanación del cuerpo y a cualquier camino espiritual” HRM

Si deseas continuar, hazlo durante otros tres meses más, aumentando 10 segundos cada día. Cuando lleves ya seis meses practicando, estarás alrededor de los 30 minutos. En ese momento, todos tus malestares y tus dolencias físicas habrán desaparecido. Si deseas continuar, hazlo durante otros tres meses más, aumentando de nuevo 10 segundos más cada día. Cuando ya hayas llegado a los nueve meses de práctica, estarás alrededor de los 44 minutos. Este es el máximo.

La práctica de mirar al sol debe abandonarse en ese momento, pues ya no será necesario continuar con ella. Según Manek, durante los primeros tres meses la glándula pineal se está activando, y el hipotálamo (o el camino del ojo al cerebro) se está cargando. Tras este periodo, la energía solar comienza a almacenarse en cada una de las células del cuerpo. Cuando todas ellas están cargadas ya no es necesario continuar “mirando al sol”. Solamente es necesario realizar la práctica “post-mirar al sol” para que el cuerpo se recargue. Manek explica que nuestro cuerpo necesita grandes cantidades de energía para digerir alimentos y para que nuestro cerebro/mente se ocupe de todos los problemas mentales, depresión, sentimientos negativos, etc. que sufrimos. Manek asegura que, ya que la práctica de “Mirar al sol” ha acabado con todos estos problemas mentales, él se siente calmado y tranquilo, así que no utiliza/pierde energía. Puesto que ya no come, tampoco requiere energía para la digestión. ¡Así, sus necesidades energéticas se reducen enormemente y puede hacerles frente sin necesidad de comida!

Conclusiones: No hay necesidad de “Mirar al sol” durante nueve meses ni llegar a los 44 minutos. La práctica puede interrumpirse cuando se quiera – a los tres, seis meses, etc. Notarás los beneficios según el tiempo de práctica.

Fuente: ComoMeditar8




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