Si deseas conseguir una perfecta capacidad de concentración, deberías reflexionar sobre lo que aquí se expone.
En primer lugar, lógicamente, debes aceptar que existe la posibilidad de
manejar voluntariamente la atención. Tal vez consideres que no es tu
caso ahora mismo, que tienes pensamientos de todo tipo que vienen,
captan tu atención y se la llevan a donde quieren. Es una buena base ser
consciente de este fenómeno. Intenta considerar sin prejuicios estos
asuntos:
A) QUE TU NO ERES TUS PENSAMIENTOS. Medita pausadamente sobre
esto durante algún tiempo, hasta que puedas captar la realidad de esta
afirmación. Se trata de que llegues a tener la certeza de esto. Aunque
también puede que no quieras verlo así, con lo cual esto de la
concentración se te va a hacer un poco "cuesta arriba". Pero lo
fundamental es que llegues a tus propias conclusiones. Cuando has
practicado el el Nuevo Estado de Conciencia (que algunos llaman
"Recuerdo de Sí"), descrito en
Auto-Psicoanálisis, posiblemente te hayas dado cuenta que se producen una división curiosa:
B) De los dos (OBSERVADOR y OBSERVADO), el primero (el OBSERVADOR) es esencial y de principal importancia para tí, porque él y tú sois la misma
cosa.
Practica ese Nuevo Estado de Conciencia al menos dos veces al día,
durante 5 o 10 minutos cada vez, mejor por la mañana y por la noche.
Por la mañana, al levantarte, dedica 5 o 10 minutos a practicar la Respiración Consciente u Observación de la Respiración.
Prestarás toda tu atención al proceso automático de la respiración.
Realizarás dos o tres respiraciones hondas, profundas y luego dejarás
que el cuerpo siga respirando sólo. Toda tu atención puesta en esa
observación, "viendo" cómo entra y sale el aire tranquilamente. Cuando
esos interminables pensamientos traten de captar tu atención podrás
darte cuenta con mayor facilidad que
TU NO ERES TUS PENSAMIENTOS.
De noche, dedicarás otros 5 o 10 minutos a relajarte y observar tus pensamientos
(Observación de la Mente)
según vayan haciendo su aparición en la pantalla de tu mente. O sea que
éste es un ejercicio en el que no se hace nada. Sólo se observa lo que
pasa. Eso que eres tú (el OBSERVADOR) permanece atento a lo que ocurre
en su mente (lo OBSERVADO), sin identificarse con nada. Si un
pensamiento consigue llevarse tu atención, llevarte por ahí de paseo a
otro sitio, cuando te des cuenta regresarás a tu tranquila actividad, la
de observar tu propia mente.
El enemigo más terrible que puede echar por tierra toda tu preparación
en el terreno de la concentración es el hábito emotivo-intelectual de
expectación. Todos los desengaños y esfuerzos infructuosos proceden de
ese extraño y mortal deseo. En la India lo llamaban el Vasana de la
Expectación. No debes esperar nada más que el placer de hacer estas
cosas. La satisfacción está en los ejercicios mismos y no en ninguna
idea más o menos acertada o falsa de lo que tienes que conseguir. Si no
te gusta lo que haces, no esperes nada productivo.
Tras un poco de práctica debería haberse destruido en tí una creencia
muy nociva. La creencia en la necesidad de pensar continuamente, y la
falsa esperanza de que algo útil puede proceder de esta procesión
interminable de pensamientos.
Te pasas las veinticuatro horas entregado a esa actividad febril,
arrastrado de aquí para allá, de pensamiento en pensamiento, sin llegar,
generalmente, a ninguna parte, como un tronco entre las olas del
océano.
Debes tener muy claro al entregarte a estos sencillos ejercicios QUE NO
HAY UN PENSAMIENTO SUFICIENTEMENTE IMPORTANTE COMO PARA QUE SE TE LLEVE
LA ATENCIÓN. ¿Qué pensamiento podría ser tan importante que deba
reclamar tu atención durante los 5 o 10 minutos de estas prácticas?
Y, sin embargo, te darás cuenta de la enorme cantidad de ellos que
tratan de llamar tu atención por todos los medios posibles cuando tratas
de realizar un simple ejercicio de concentración. Son los Vasanas, y su
actividad durante tus prácticas semeja algo así como llenar tu cuarto
de moscas.
Antes de iniciar cada una de tus prácticas deberás estar cada vez más
seguro de la INUTILIDAD DE PENSAR, de la INTRANSCENDENCIA DE LOS
PENSAMIENTOS QUE TRATAN DE ASALTARTE., de que, en esos minutos, ningún
pensamiento puede ser realmente importante. Por tanto, debes tener muy
claro, al iniciar una práctica, que NO ESTÁS INTERESADO EN PENSAMIENTO
ALGUNO. Y debes renovar este convencimiento cada vez que realices un
ejercicio.
La clave del éxito en estos estudios sobre concentración es, justamente,
LA PÉRDIDA DE INTERÉS EN EL PENSAMIENTO INCONTROLADO. Sin esta llave...
es preferible que intentes estudiar otra cosa.
Puedes creerte los pensamientos que quieras, agradables o desagradables.
Todos acabamos víctimas de alguno de ellos. Algunas personas tienen
comprometida su vida social por estar bajo la esclavitud de algún
pensamiento pertinaz. Decimos que son enfermos mentales, obsesos, etc...
Otros son esclavos de su pensamiento incontrolado. Van de un
pensamiento a otro y llegan a dificultarse mucho la vida. Hay casos
extremos de personas que al minuto siguiente ya casi ni recuerdan lo que
han dicho en el anterior.
En general nos acabamos llenando de caprichos mentales, obsesiones que
controlan nuestra vida. ¿Por qué no podemos evitar pensar lo peor, en
muchas ocasiones, sabiendo que generalmente no acertamos?, ¿por qué mi
vida depende de que "algo" piense dentro de mí que no voy a ser capaz?,
¿por qué dejo que cientos, miles de fantasías, hagan de mi vida un
fracaso personal?...
Si un pensamiento es bonito decimos: "estoy pensando que...", si no nos
gusta decimos: "no me puedo quitar este pesamiento...". Simplemente nos
creemos los autores de los pensamientos que concuerdan con nuestro
estado de ánimo (tan cambiante como el tiempo meteorológico) y
rechazamos aquellos que nos parecen inoportunos. Lo cierto es que la
máquina de pensar es como una radio siempre en marcha sobre cuyas
palabras e ideas tenemos escasísimo control. ¿De qué pensamiento te vas a
fiar?... ¿del que te dice que eres una persona honrada? ¿o del que te
dice "quiero morirme"?.
Con estas reflexiones iniciamos una vía que nos conduce a la verdadera
paz interior, a la conquista de la SERENIDAD, al desarrollo de una vida
plena y profunda.
Aún hay algo más sobre este tema: NI PIENSES, VIVE
Fuente: Onironautas
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