Cabe señalar que existen aún, en todo el mundo, cuatrocientos reactores nucleares funcionando. Si no ocurre ningún accidente, no son peligrosos. Si no ocurre ningún accidente…

Valery Kalchenko es jefe del subcomité sobre los efectos de la catástrofe de Chernóbil en el Parlamento de Ucrania y ha asegurado que parte del techo de la sala de turbinas, entre las unidades 3 y 4, cayó a consecuencia de las fuertes nevadas que ha sufrido la región. La climatología contra el ser humano.

El área afectada por el derrumbe es de entre 500 y 600 metros cuadrados. Ya se han desplazado hasta el lugar grupos especiales de emergencia y la milicia para tratar de limpiar de escombro y nieve la parte accidentada. Kalchenko aseguró que la radiación del fondo se encuentra en niveles normales.

Vladimir Chuprov, coordinador de la campaña Nuclear y Energía de Greenpeace Rusia, no lo ve tan claro. Señala que, incluso si la radiación de fondo no ha cambiado, lo ocurrido es una señal preocupante, ya que si la pared y el techo han comenzado a derrumbarse en la sala de turbinas, no hay garantías de que el resto del refugio, que fue construido para evitar la propagación de la radiación en 1986, no acabe también derrumbado.

 También afirma que la vida útil del sarcófago que protege los reactores se terminará en breve. De hecho, actualmente se está construyendo un nuevo techo. Si ocurriera algún accidente antes de que se acabara esta nueva obra, la radiación podría propagarse de nuevo.

400 potenciales Chernóbil


Por otra parte, según Chuprov, el sarcófago tiene otro problema: se está acumulando polvo fino dentro de la estructura, un polvo que es radiactivo y que se puede extender a kilómetros a la redonda, creando un terrible problema de contaminación local.

En definitiva, una vez más, Chernóbil demuestra que el peligro de contaminación nuclear perdura durante décadas. Cada central nuclear es otro Chernóbil en potencia. Cuatrocientos reactores nucleares seguros si no ocurre un accidente. Si no ocurre… Como la central de Fukushima, que también era segura… hasta que ocurrió el accidente.

Fuente: EcologíaVerde