Nuestra raza es una raza de amos. Nosotros somos dioses sobre este planeta. Somos tan diferentes de las razas inferiores como ellos lo son de los insectos. De hecho, comparados con nuestra raza, las otras razas son bestias y animales, como mucho, son ganado. Nuestro destino es gobernar sobre las razas inferiores. Nuestro reino terrenal será gobernado con vara de hierro por nuestro líder. Las masas lamerán nuestros pies y nos servirán como nuestros esclavos.
El Plan Kalergi, elaborado en 1923 tiene mucho que ver con el párrafo anterior como a continuación podrán comprobar.
Aunque le parezca extraño, estas palabras no las dijo Adolf Hitler
(la foto de Hitler era para despistar), si no que fueron pronunciadas
por un judío (realmente estos “judíos” son los descendientes de los Grigori): Menachem Begin, primer ministro de Israel entre 1977 y 1983 en un discurso dirigido al Knesset (el parlamento israelí).
Y además, este buen hombre también obtuvo el premio Nobel de la paz de
1978 (Hemos de recordar que también le dieron el mismo galardón al
presidente del único país que está en guerra permanente en alguna parte
del mundo -EEUU- lo que dice bien poco de los Nobel).
PLAN KALERGI
El Plan Kalergi es un plan genocida elaborado en 1923 por el político mestizo Richard Nikolaus Coudenhove-Kalergi junto con sus socios masones, precursores de la Unión Europea, para destruir a Europa y exterminar a la raza blanca, mediante el fomento del multiculturalismo (el primer paso hacia la dictadura de un único estado mundial) y la inmigración masiva
de negros, asiáticos, mestizos latinoamericanos, amerindios y
musulmanes con el fin de mezclarlos racialmente, produciendo así, según
sus propias expectativas, una raza mestiza pasiva, amansada, predecible y
manipulable, de carácter e inteligencia inferior sobre la cual pudiera
gobernar eternamente la élite aristocrática judía,
pues dicha mente inferior les impediría organizarse para rebelarse, e
incluso darse cuenta de que están dominados. Este plan, expuesto en 28
tesis, está inspirado en el dominio humano sobre los animales de granja,
los cuales, debido a su inferior inteligencia no pueden rebelarse.
PUESTA EN MARCHA
La invasión
inmigrante, de acuerdo a los nuevos estándares económicos y
la globalización, ya se ha producido y no existe intención de rechazarla
por parte de los gobiernos por mucha crisis que haya. Y al mismo tiempo
se fomenta el mestizaje para lograr el exterminio de la raza blanca, en
todos los países blancos del mundo. No en los asiáticos, ni africanos,
en donde no hay invasión inmigrante, sino solamente en los países
blancos. La invasión se disfraza de progreso, caridad, humanismo,
fraternidad, justicia social, igualdad, etc. Pero se trata de un plan
criminal y despiadado para destruir a los europeos.
LA ESENCIA DEL PLAN
En sus
primeros manifiestos escritos entre 1923 y 1925, el Plan Kalergi exigía
que los judíos tomasen el poder, primero en Europa y después en todo el
mundo. El plan se basa en un racismo judío utópico y se refiere a una
«raza superior» (Herrenrasse) judía. La expresión Herrenrasse, utilizada por Adolf Hitler para describir a la raza aria, fue usada también por Coudenhove-Kalergi
para corroborar la reivindicación de la soberanía judía en Europa y en
el mundo. También el término «raza noble judía» es utilizado
constantemente. Con motivo de la creación de este imperio judío, el plan
Kalergi proclama la abolición del derecho de autodeterminación de los pueblos y,
posteriormente, la eliminación de las naciones por medio de migraciones
alógenas en masa, o bien su despedazamiento interno a través de
movimientos separatistas “étnicos” como el separatismo catalán o vasco.
Para que Europa sea dominable por los judíos, pretende transformar a
los pueblos racialmente homogéneos en conjuntos mezclados de blancos,
negros y asiáticos. A estos mestizos les atribuye crueldad, infidelidad y
otras características que, según él, deben ser creadas conscientemente
porque son indispensables para conseguir la superioridad de los judíos.
Mucho antes que Hitler, Kalergi compartía la opinión del alto rendimiento de la raza blanca,
especialmente de la subraza nórdica, pero, al contrario que Hitler, no
aspiraba al fomento, conservación y fortalecimiento de la misma, sino a
su destrucción. Por este motivo, pretendió influir en la “Creación”,
porque pensaba acertadamente que al cruzar las razas, se eliminarían
talentos y características admirables de cada una de ellas. A pesar de
su valoración positiva de esta raza, creó el plan de su exterminio
únicamente porque decía necesitar a mestizos fácilmente manipulables
para cuando los judíos tomaran el poder.
En la actualidad, encontramos otra palabra en los medios de comunicación americanos cuando se refieren a la colonización de Afganistán e Irak, otro de los muchos signos que prueban que la semilla de Kalergi sigue germinando. Se trata de nationbuilding y significa algo así como la creación artificial de naciones a manos del hombre. En cuanto a la idea de Kalergi sobre el hombre cruzado consanguíneamente, encontramos grandes conocimientos sobre la evolución y la cría de razas que en algunos puntos concuerdan asombrosamente con las investigaciones de Darwin y las, en ese entonces no redactadas, teorías del Tercer Reich. También la ciencia moderna, impulsada sobre todo por Israel, que con el análisis del ADN puede distinguir a los judíos de sus primos, los árabes, confirma los conocimientos de Kalergi sin que se pueda averiguar la proveniencia de dicha sabiduría.
En la actualidad, encontramos otra palabra en los medios de comunicación americanos cuando se refieren a la colonización de Afganistán e Irak, otro de los muchos signos que prueban que la semilla de Kalergi sigue germinando. Se trata de nationbuilding y significa algo así como la creación artificial de naciones a manos del hombre. En cuanto a la idea de Kalergi sobre el hombre cruzado consanguíneamente, encontramos grandes conocimientos sobre la evolución y la cría de razas que en algunos puntos concuerdan asombrosamente con las investigaciones de Darwin y las, en ese entonces no redactadas, teorías del Tercer Reich. También la ciencia moderna, impulsada sobre todo por Israel, que con el análisis del ADN puede distinguir a los judíos de sus primos, los árabes, confirma los conocimientos de Kalergi sin que se pueda averiguar la proveniencia de dicha sabiduría.
Richard Nikolaus Coudenhove-Kalergi
Richard Nikolaus Eijiro Graf Coudenhove-Kalergi, (Tokio, 16 de noviembre de 1894 – Schruns, Vorarlberg, Austria, 27 de julio de 1972) fue un político y geopolítico austríaco-japonés que en 1923 publicó un manifiesto titulado Pan-Europa, que supone la fundación de la Unión Internacional Paneuropea, y con ella, el Movimiento Paneuropa, antecedente de la Europa de Maastricht y la Unión Europea, así como realizador principal del criminal “Plan Kalergi”.
Kalergi dio al concepto de “Paneuropa” y “paneuropeísmo” el significado
de “la unificación de todas las naciones europeas bajo un solo Estado”,
con el objetivo adicional de transformar étnicamente a Europa mediante
la integración de distintas razas y culturas extrañas al continente,
formando así una Europa cosmopolita, multicultural, multirracial y
eventualmente mestiza.
Hijo del conde y diplomático Heinrich Coudenhove-Kalergi (autor del libro La idiosincrasia del antisemitismo) austrohúngaro.
Su madre, Mitsu Aoyama, era de origen japonés. Obtuvo su doctorado en
filosofía en la Universidad de Viena y trabajó como periodista y editor
en la revista “Paneuropa”. Es reconocido como el fundador del primer
movimiento popular para una Europa unida.
Posteriormente
al manifiesto publicado en 1923, publicó su trabajo más importante,
titulado “La lucha por Paneuropa” (1925-1928) en tres volúmenes. Sus
ideas influyeron en Aristide Briand y su discurso en la Sociedad de Naciones del 8
de septiembre de 1929. Después de la anexión de Austria a Alemania,
huyó a Francia en 1938, y luego a Estados Unidos en 1940. Allí dio
clases en la Universidad de Nueva York hasta 1945, cuando regresó a
Francia. En Estados Unidos publicó su obra “Cruzada por Paneuropa”
en 1944. Después de su regreso a Francia, fundó la Unión Parlamentaria
Europea. En el congreso de dicha Unión en 1947 (8 al 12 de septiembre)
defendió la idea de que la creación de un mercado amplio, con una moneda estable (el posterior Euro),
era el vehículo para que Europa reconstruyera su potencial y ocupara el
sitio que le correspondía en el concierto de las naciones.
En 1950, Coudenhove-Kalergi fue la primera persona que recibió el Premio Carlomagno, otorgado por la ciudad alemana de Aquisgrán a aquellos que “contribuyen a la idea de una Europa unida y en paz”. El origen del premio se sitúa el 19 de diciembre de 1949 cuando un comerciante de la ciudad de Aquisgrán, el Dr. Kurt Pfeiffer, que había fundado un círculo cultural con el nombre de “Corona Legentium Aquensis” con la intención de fomentar el diálogo entre los políticos, los científicos y los personajes culturales de toda Europa, anuncia la creación de un premio que bautiza con el nombre del emperador Carlomagno quien en el siglo VIII había fijado su residencia en Aquisgrán. Dicho premio se otorga a la aportación (anual) más valiosa a la “comprensión” y “desarrollo” de la comunidad en Europa Occidental y por servicios a la “humanidad” y a la “paz mundial”. La aportación puede ser en los campos de la literatura, ciencias, economía o política.
Su entrega, el mes de mayo, se realiza en la Sala de la Coronación del ayuntamiento de Aquisgrán tras lo cual se hacen tres discursos, uno por el alcalde la ciudad, otro de alabanza por un invitado especial y el tercero por el propio premiado. No es coincidencia que sea Carlomagno, ya que la mayor parte de toda la realeza, políticos y muchos actores son descendientes de dicho emperador. Entre los premiados tenemos a Konrad Adenauer, Winston Churchill, Paul Henri Spaak, Robert Schuman, Salvador de Madariaga, Juan Carlos I, Henry Kissinger, François Mitterrand, Helmut Kohl, Roger Schutz, Felipe González Márquez, Tony Blair, Bill Clinton, Valéry Giscard d’Estaing, Juan Pablo II (Premio Extraordinario), Jean-Claude Juncker, Javier Solana, Angela Merkel, Jean-Claude Trichet, Wolfgang Schäuble.
En 1950, Coudenhove-Kalergi fue la primera persona que recibió el Premio Carlomagno, otorgado por la ciudad alemana de Aquisgrán a aquellos que “contribuyen a la idea de una Europa unida y en paz”. El origen del premio se sitúa el 19 de diciembre de 1949 cuando un comerciante de la ciudad de Aquisgrán, el Dr. Kurt Pfeiffer, que había fundado un círculo cultural con el nombre de “Corona Legentium Aquensis” con la intención de fomentar el diálogo entre los políticos, los científicos y los personajes culturales de toda Europa, anuncia la creación de un premio que bautiza con el nombre del emperador Carlomagno quien en el siglo VIII había fijado su residencia en Aquisgrán. Dicho premio se otorga a la aportación (anual) más valiosa a la “comprensión” y “desarrollo” de la comunidad en Europa Occidental y por servicios a la “humanidad” y a la “paz mundial”. La aportación puede ser en los campos de la literatura, ciencias, economía o política.
Su entrega, el mes de mayo, se realiza en la Sala de la Coronación del ayuntamiento de Aquisgrán tras lo cual se hacen tres discursos, uno por el alcalde la ciudad, otro de alabanza por un invitado especial y el tercero por el propio premiado. No es coincidencia que sea Carlomagno, ya que la mayor parte de toda la realeza, políticos y muchos actores son descendientes de dicho emperador. Entre los premiados tenemos a Konrad Adenauer, Winston Churchill, Paul Henri Spaak, Robert Schuman, Salvador de Madariaga, Juan Carlos I, Henry Kissinger, François Mitterrand, Helmut Kohl, Roger Schutz, Felipe González Márquez, Tony Blair, Bill Clinton, Valéry Giscard d’Estaing, Juan Pablo II (Premio Extraordinario), Jean-Claude Juncker, Javier Solana, Angela Merkel, Jean-Claude Trichet, Wolfgang Schäuble.
Bandera del movimiento Paneuropa, ¿les suena de algo la cruz y las estrellitas?
Kalergi estaba
a la cabeza de la conspiración que amenaza actualmente la subsistencia
de los pueblos de Europa. Ya en 1923, y ante sus hermanos masones, este
oscuro personaje proclamó que Europa sería dominada por una «raza aristocrática judía». Con tal fin, los europeos debían «ser cruzados» con negros y asiáticos como si de animales se tratara. De este “cruce”, Coudenhove-Kalergi esperaba la consecución de una clase humana inferior, fácilmente gobemable y sin carácter.
Entre sus adeptos de primera hora se encontraban los políticos checoslovacos Tomáš Masaryk y Edvard Beneš así como el banquero Max Warburg, que puso a sudisposición los primeros 60.000 marcos.
El canciller austríaco, Monsignore Ignaz Seipel, y el más tarde presidente austríaco, Karl Renner, se encargaron después de liderar el “Movimiento Paneuropa”.
Kalergi mismo indicaba que altos políticos franceses apoyaban su
movimiento para reprimir la revancha alemana. Así, el primer ministro
francés Edouard Herriot y su gobiemo, al igual que líderes británicos de
todos los ámbitos políticos y entre ellos el redactor jefe del Times, Noel Baker, cayeron en las maquinaciones de este conspirador. Finalmente, hasta consiguió atraer a Winston Churchill.
En 1926,
Kalergi volvió de dar unas conferencias por Estados Unidos con la
certeza de haber convencido a la opinión pública americana del plan de
apoderamiento judío de Europa. Aquí le esperaban dos nuevosseguidores:
el ministro de asuntos exteriores francés, Aristide Briand, y el canciller alemán, Stresemann. En el mismo año, el que más tarde se convertiría en el genocida checo de 300.000 alemanes sudetes, Edvard Beneš, fue nombrado presidente honorífico. El hasta ahora casi desconocido Kalergi, también negociaba con Mussolini para restringir el derecho de autodeterminación de los austríacos y favorecer todavía más a las naciones vencedoras de la Primera Guerra, aunque fracasó.
De la interminable lista de altos políticos del siglo XX, hay que mencionar especialmente a Konrad Adenauer,
el ex-ministro de justicia español, Ríos, y John Foster Dulles (EEUU).
Sin respetar los fundamentos de la democracia y con la ayuda del «New
York Times» y el «New York Herald Tribune», Kalergi sometió al congreso
americano a sus planes. Su desprecio por el principio del gobiemo
popular, lo manifiestó en una frase de 1966, en la que recuerda sus
actividades de posguerra: “Los
siguientes cinco años del Movimiento Paneuropeo se dedicaron
principalmente a esta meta: con la movilización de los parlamentos, se
trataba de forzar a los gobiernos para que construyeran Paneuropa”.
Ayudado por Robert Schuman, ministro de exterior francés de noble proveniencia judía, Kalergi logra quitarle al pueblo alemán la gestión de su producción de acero, hierro y carbón, y la pasa a soberanía supranacional. Aparecieron otros nombres: Degasperi, el traidor de la autodeteminación de los Tiroleses del Sur y Paul-Henri Spaak, el líder socialista belga, finge querer establecer la paz entre el pueblo alemán y el francés a través de los herederos de Clemenceau, quien ideara el plan genocida de Versalles. Ya en los años veinte, determina el color azul para la bandera de la Unión Europea. El papel líder de Kalergi en la creación de la Europa multicultural y de la restricción del poder ejecutivo de parlamentos y gobiernos, queda patente hasta nuestros días, y se manifiesta en el otorgamiento del «Premio Coudenhove-Kalergi» al canciller Helmut Kohl como agradecimiento por seguir dicho plan, así como en el elogio y la adulación del poderoso personaje por parte del masón y europolítico, el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker.
Ayudado por Robert Schuman, ministro de exterior francés de noble proveniencia judía, Kalergi logra quitarle al pueblo alemán la gestión de su producción de acero, hierro y carbón, y la pasa a soberanía supranacional. Aparecieron otros nombres: Degasperi, el traidor de la autodeteminación de los Tiroleses del Sur y Paul-Henri Spaak, el líder socialista belga, finge querer establecer la paz entre el pueblo alemán y el francés a través de los herederos de Clemenceau, quien ideara el plan genocida de Versalles. Ya en los años veinte, determina el color azul para la bandera de la Unión Europea. El papel líder de Kalergi en la creación de la Europa multicultural y de la restricción del poder ejecutivo de parlamentos y gobiernos, queda patente hasta nuestros días, y se manifiesta en el otorgamiento del «Premio Coudenhove-Kalergi» al canciller Helmut Kohl como agradecimiento por seguir dicho plan, así como en el elogio y la adulación del poderoso personaje por parte del masón y europolítico, el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker.
Kalergi se
declaraba a favor de un “pacifismo” que exige la paz de las naciones,
pero permitía la violencia del poder judío. Sólo apoyaba la declaración
de igualdad ante la ley, hasta que el sistema judicial actual fuese
abolido. A esto lo llama “eliminación de la desigualdad injusta“. Tras la toma del poder por parte de la «raza noble judía»
conseguida gracias a la exigencia de igualdad, ésta quedará anulada. A
partir de entonces, los judíos consolidarán su soberanía sobre los
no-judíos con la «desigualdad justa». También desdeña leyes y cláusulas
que el propio país defiende y exige, cuando se trata de atacar a otros
pueblos. Kalergi declara a los hombres incapaces de gobemarse a sí
mismos, de ahí que proclame un Nuevo Orden Mundial.
Con la abolición global de la democracia, los judíos pretenden llevar la paz, la cultura y la alimentación a toda la humanidad. Califica de «afortunada providencia» el hecho de que la humanidad pueda ser dirigida por esta «noble raza judía». Se jactó de que los judíos son los líderes del socialismo, del comunismo y del capitalismo, confirmando así el punto de vista de nacionalsocialistas y fascistas. La gran influencia judía en el gobierno estadounidense o en los servicios secretos es fácilmente comprobable. Así, un 37% de los miembros del NKVD (policia secreta soviética) pertenecía a la étnia judía, sobre todo, en el caso de los altos mandos, si bien, en términos generales, y en relación a su participación desmedida en estas ideologías, los judíos quedaron en minoría. Cuando propuso su plan y se jactó del liderazgo judío dentro del comunismo y el capitalismo, los bolcheviques ya habían matado a millones de enemigos políticos. Quiere ver reunidos «pólvora, oro y tinta» en las manos de la «raza superior judía». Con esto, Kalergi expresa esas palabras clave, mucho antes de la aparición política de Hitler. En general, confirma una sed de poder judía, como hasta entonces sólo la habían denunciado los antisemitas. Ahora se trata de comprobar, hasta qué punto sus planes se han llevado a cabo.
Con la abolición global de la democracia, los judíos pretenden llevar la paz, la cultura y la alimentación a toda la humanidad. Califica de «afortunada providencia» el hecho de que la humanidad pueda ser dirigida por esta «noble raza judía». Se jactó de que los judíos son los líderes del socialismo, del comunismo y del capitalismo, confirmando así el punto de vista de nacionalsocialistas y fascistas. La gran influencia judía en el gobierno estadounidense o en los servicios secretos es fácilmente comprobable. Así, un 37% de los miembros del NKVD (policia secreta soviética) pertenecía a la étnia judía, sobre todo, en el caso de los altos mandos, si bien, en términos generales, y en relación a su participación desmedida en estas ideologías, los judíos quedaron en minoría. Cuando propuso su plan y se jactó del liderazgo judío dentro del comunismo y el capitalismo, los bolcheviques ya habían matado a millones de enemigos políticos. Quiere ver reunidos «pólvora, oro y tinta» en las manos de la «raza superior judía». Con esto, Kalergi expresa esas palabras clave, mucho antes de la aparición política de Hitler. En general, confirma una sed de poder judía, como hasta entonces sólo la habían denunciado los antisemitas. Ahora se trata de comprobar, hasta qué punto sus planes se han llevado a cabo.
Actualmente
la raza blanca es solo el 8% de la población mundial, del cual el 2-3%
son mujeres en edad de procrear. Eso sin tener en cuenta el fomento del
aborto lo cual acerca aun mas si cabe, año tras año, la extinción.
El 14 de abril de 2003, en el Hofburg vienés, se encontraron el ex-canciller alemán, Helmut Kohl -portador de la Orden de Kalergi- y Otto de Habsburgo para celebrar juntos el ochenta aniversario del “Movimiento Paneuropa” que había sido fundado por Richard Kalergi.
Otto von Habsburg,
cabeza de la dinastía Habsburgo hasta el 1 de Enero de 2007, se
convirtió en el Presidente Honorífico de la Unión Paneuropea
Internacional después de la muerte de Coudenhove-Kalergi en 1973. El último presidente de la Unión es —desde 2004— Alain Terrenoire,
director de la Unión Paneuropea en Francia. La Unión tiene varias sedes
en muchos países europeos, con su Secretaría General localizada en Múnich.
Algunos miembros famosos del Movimiento Paneuropa fueron Albert
Einstein, Sigmund Freud, Thomas Mann, Franz Werfel, Salvador de
Madariaga, Charles de Gaulle, Aristide Briand,Konrad Adenauer, Franz
Josef Strauß, Bruno Kreisky y Georges Pompidou. Fue prohibida por los nacionalsocialistas alemanes en 1933 y fundada de nuevo tras la Segunda Guerra Mundial.
A continuación un pequeño extracto, de los puntos mas significativos del Plan Kalergi, en formato de vídeo, extraído del libro: “Adiós Europa”. El plan Kalergi escrito por Gerd Honsik.
Descarga del libro completo “Adiós Europa”. El plan Kalergi.
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