Ningun conocimiento se nos da si no existe en nosotros la voluntad de conocer, ninguna droga nos salva si no queremos ser salvados.


"La experiencia más hermosa que podemos tener es lo misterioso. Es la emoción fundamental de la que
nace todo arte y ciencia verdaderos. Quien no la conozca y ya no pueda sorprenderse ni maravillarse, es
como si estuviera muerto y sus ojos estuvieran cerrados"

"Nada de lo que escuches, sin importar quien lo diga.
Nada de lo que leas, sin importar dónde esté escrito.
Nada debes aceptar, sin previo discernirlo.
Y por ti mismo, deberás decidir su validez o no.
¡Investiga!"


miércoles, 27 de febrero de 2013

Un escándalo de 24 millones de euros del que Wyoming no va a informar

En esta realidad mediática que padecemos, donde un medio para informar necesita saber qué partido es el culpable para no tocar la mano que da de comer, es harto normal que los afines al PSOE (sexta, cuatro, ser, elpais…) no van a informar una palabra de un escándalo que, curiosamente, tiene unas cifras similares a lo que se conoce del caso Bárcenas: 24 millones de euros. Y, sin embargo, existe.



Las diligencias 1773/11 avanzan a paso lento en el juzgado de Instrucción nº 4 de Cádiz, cuya titular Lourdes del Río, está a la espera de un nuevo atestado de la sección de Blanqueo de Capitales de la Udyco de Sevilla para proceder a citar a nuevos imputados por el escándalo del 'caso Bahía Competitiva' que investiga delitos de defraudación de subvenciones, falsedad y blanqueo. La posible defraudación de 24,7 millones de euros en ayudas que debieron invertirse en la reindustrialización de Cádiz cuestiona la gestión realizada por los organismos que evaluaban los proyectos que competían por hacerse con financiación pública, a cambio de abrir empresas en zonas sedientas de empleo como la provincia gaditana.

Fuentes directas de la investigación confirmaron que las pesquisas tratan de determinar ahora si hubo connivencia clara entre los empresarios defraudadores y responsables de esos organismos (Ministerio de Industria, la agencia IDEA o la Diputación provincial) o hubo una negligencia a la hora de seleccionar proyectos que demostraron ser pura fachada. Las indagaciones entran de lleno en el corazón político de este asunto.

El baile de cifras y datos que en los últimos días se han publicado, recuperando en muchos casos informaciones antiguas, pueden confundir sobre el estado actual de las diligencias. En estos momentos hay quince personas imputadas judicialmente. Todas ellas, salvo una, han pasado por sede judicial, donde se les ha informado de su situación jurídica para que recurran a sus letrados a la hora de prestar declaración. El único imputado que aún no ha sido interrogado por la jueza, pero sí lo hizo ante la Policía, es Ofelia Perales. La hija del histórico dirigente del PSOE, Alfonso Perales, será citada cuando concluya la investigación policial.

Ofelia aparece en las diligencias por su condición de empleada de una de las empresas beneficiarias de ayudas públicas, cuya actividad fue prácticamente inexistente pese a que recibió en la convocatoria del Plan Reindus de 2010 2,4 millones para un proyecto de contaminación de análisis de agua marina. A la Policía le llamó la atención cómo esta sociedad -Soluciones Tecnológicas Medioambientales- arrancó con una plantilla de siete trabajadores, de los cuales sólo dos eran vecinos de la provincia. El resto llegó de la mano del principal implicado en esta trama, el empresario gallego Alejandro Dávila Ouviña, promotor de los proyectos empresariales bajo sospecha. La vocación de generar empleo en la zona no fue el objetivo de esta empresa, que sí echó mano de la sobrina del exgerente del Plan Bahía Competitiva, Antonio Perales, otra de las figuras centrales de este escándalo.

Perales se ha descrito como una víctima más de los engaños de Ouviña. No en vano, fue quien promovió que el gallego presentara sus propuestas para desarrollar proyectos en su localidad natal, Alcalá de los Gazules. Perales llegó a realizar un viaje a Galicia, junto al exdelegado provincial de Agricultura, Juan Antonio Blanco, dentro del cortejo previo antes de que Ouviña se hiciera con un paquete millonario de ayudas.

Ya fuera engañado o no, este escándalo evidencia la pésima gestión que hizo en Cádiz a la hora de atraer inversiones. Aquí Ouviña supo colar sus proyectos. Sin embargo, en su tierra, no tuvo suerte. La Xunta de Galicia le echó para atrás su intención de hacerse con 13 millones en subvenciones a través de un plan de reindustrialización casi gemelo: el Plan Ferrol. En la convocatoria de 2010, la Administración gallega desestimó sus propuestas por falta de solvencia.

«Pobrecito mío»

La investigación policial también ha tirado de intervenciones telefónicas para ir reuniendo pruebas. En las diligencias constan las más sustanciosas como ésta que mantiene Ana Isabel Fuentes, otra de las 15 imputadas, con una mujer de nombre Ana. La transcripción arranca de esta manera: «Antonio Perales no sabía nada, pobrecito mío», dice Fuentes. «No tenía ni idea», replica Ana. Fuentes concluye: «¿Ah? De la investigación..., no tenía ni idea... por eso el delegado de Agricultura le acompañaba a Galicia, un mes antes de salir los resultados ... iban los dos a Galicia... Pobre Antoñito que lo han engañado».

Ana María Fuentes ejerció de intermediaria entre los empresarios investigados y los organismos competentes como la agencia IDEA para la concesión de ayudas. Con despacho en El Puerto, sigue ejerciendo como apoderada de empresas interesada en invertir en la provincia. A través del seguimiento a sus conversaciones, el caso ha ido apuntando más a la Administración andaluza. «Tuve buena fe con cierta gente porque venían de donde venían, porque a mi me lo mandó la Junta», asegura a una persona en septiembre de 2011 cuando Industria ya había publicado en el BOE que reclamaba el reingreso de 14,5 millones otorgados a tres empresas de Ouviña por incumplimiento de los planes aprobados.

Uno de los detalles de las diligencias que no se sabían hasta ahora es la situación procesal de Rosa Mellado, gerente provincial de la agencia IDEA, que absorbió la oficina del Plan Bahía Competitiva tras conocerse la reclamación de Industria que propició la destitución de Perales. Esta agencia andaluza, salpicada también por el escándalo de los ERES, aparece en un primer momento como el organismo que denuncia el posible fraude. Fue en abril de 2011 cuando el secretario general de IDEA remitió un escrito a la Fiscalía señalando posibles irregularidades en cuatro empresas (una de ellas la citada Soluciones Tecnológicas donde estaba empleada Ofelia Perales) que habrían sido creadas sólo para obtener subvenciones. Si bien esas denuncias se produjeron después de que se aprobaran los proyectos de Dávila Ouviña que concurrió no sólo a la convocatoria de 2010 del Plan Reindus, también obtuvo financiación en la del ejercicio anterior.

En septiembre de ese año, el actual consejero de Justicia, Emilio Llera, fiscal especializado en delitos económicos, es quien formula denuncia, iniciándose el procedimiento judicial que acabó en Cádiz.

Fuentes de la investigación señalaron que la sorpresa de Mellado fue mayúscula cuando supo que la jueza del nº 4 de Cádiz la citaba en calidad de imputada y no como testigo. Insistió durante su interrogatorio que había colaborado «en todo momento» con la Policía, quien le había tomado manifestación en 2011 como testigo. Sin embargo, la propia denuncia sitúa en una posición complicada a la agencia, ya que este organismo está presente en la mesa que evaluaba las propuestas empresariales, de la que salía el listado definitivo de proyectos subvencionables. Ese listado lo remitía la Diputación al Ministerio de Industria que daba la confirmación definitiva. Además de IDEA, evaluaban dos técnicos del Instituto de Empresa y Desarrollo (IEDT) -dependiente de Diputación- y un representante de la oficina de Bahía Competitiva.

Esa mesa fue la responsable de que las propuestas de Ouviña se llevaran en una misma convocatoria más del 30% de las ayudas. En este punto entra en juego un correo electrónico que desveló el PP tras hacerse con el gobierno de la Diputación. En esa comunicación enviada desde IDEA a los integrantes de la mesa evaluadora se modificaron las baremaciones y se favorecieron a las empresas de Ouviña, elevando las puntuaciones y los créditos concedidos. Unas indicaciones que no encajaron bien los técnicos de Diputación, que advirtieron que se estaban destinando millonarias ayudas a proyectos de poca fiabilidad. Esos técnicos acaban de ser interrogados por la Policía.

También consta como imputada Rosa Pérez Cano, señalada por Mellado como la representante de Bahía Competitiva en la comisión evaluadora. En esa misma mesa había una persona más, que recibió ese mismo email con indicaciones precisas de a qué empresas había que favorecer: Gema Herrera, nuera de Luis Pizarro, exconsejero y cabeza de lista del PSOE en las última autonómicas. Herrera es la única de esa mesa que aún no ha sido citado por la jueza pese a ser la representante de la agencia IDEA, según la declaración de Mellado.

El resto de imputados pertenecen a la rama gallega. Son dos hermanos de la familia Retolaza que formarían parte del engranaje de empresas receptoras de subvenciones; el director de una sucursal bancaria de la localidad natal de Ouviña y varios empleados de éste último, que habrían ejercido de testaferros.

La bomba que lanzó Antonio Sanz hace unos días sobre la imputación de cinco excargos altos de Industria forma parte del atestado policial. Esta semana, los agentes los interrogaban en Madrid y ahora será la jueza la que decida si los cita como imputados. En esa misma situación intermedia está la concejala socialista de Sanlúcar María José Valencia.

Fuente: Insurgente

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