Cuanto más hablemos y tengamos centrada nuestra atención en Urdangarines y Bárcenas, más desapercibido pasará el saqueo exterior que estamos sufriendo. Más desarmados estaremos para hacer frente al proyecto de intervención y saqueo al que Washington y Berlín nos tienen sometidos.
El Rey y su hija Cristina
en la picota, Rajoy y el PP bajo sospecha, PSOE y CiU atravesados por
casos de corrupción y espionaje, los jefes de la patronal investigados
por la justicia,... De seguir el hilo de los últimos acontecimientos
parecería que en España no existe otro problema que los corruptos
locales que anegan los aparatos del régimen político y del Estado.
O, al menos, que luchar contra la corrupción y los corruptos es la batalla política más importante para empezar a solucionar las cosas. Pero, ¿es esto lo que ocurre de verdad o es lo que quieren que pensemos?
O, al menos, que luchar contra la corrupción y los corruptos es la batalla política más importante para empezar a solucionar las cosas. Pero, ¿es esto lo que ocurre de verdad o es lo que quieren que pensemos?
Prácticamente sería imposible,
por interminable, hacer un recuento de la cantidad de horas que los
grandes medios de comunicación han dedicado las últimas semanas y meses a
seguir las andanzas de Urdangarin, de Bárcenas, de Oriol Pujol, de
Arturo Fernández,.... Pero, ¿cuánto tiempo han dedicado, por ejemplo, a
contarnos porqué la deuda pública española ha aumentado en 2012 nada
menos que en 140.000 millones, colocándose ya en el 82% del PIB? ¿Por
qué no relatan con tanto lujo de detalle las razones de cómo, a pesar de
los recortes salvajes en el gasto público en sanidad, educación,
dependencia o pensiones, la deuda pública sigue sumando y sumando
cantidades astronómicas que también tendremos que pagar nosotros? "Cuando más se habla de Urdangarines y Bárcenas, más desapercibido pasa el saqueo exterior que estamos sufriendo"
La razón es bien sencilla: porque hacerlo obligaría a enfocar donde está de verdad el origen de todo. Hablar de Urdangarin o Bárcenas permite concentrar la indignación ciudadana en dos personajes tan corruptos como irrelevantes. Hablar de porqué la deuda sube a pesar de los recortes es sacar a la luz el saqueo masivo contra el 90% de la población que nos están imponiendo desde el exterior, con la complacencia y la colaboración activa de la corrupta clase política del bipartidismo.
Si tomamos la molestia de sumar el dinero de los distintos rescates bancarios, tenemos de un lado los 40.000 millones de euros del llamado rescate europeo, otros 100.000 millones en esquemas de protección de activos, inyecciones de capital que no se recuperarán y aportaciones al banco malo. Y a esto hay que añadir 80.000 millones en avales, de los que el Estado tendrá que responder. En total, 290.000 millones de euros en poco más de cuatro años.
Pero este dinero que ha desaparecido de la arcas públicas no se ha perdido para todo el mundo, ni mucho menos. Todo él a ido a parar, vía pago de los intereses y el principal de la deuda pública y privada de bancos y cajas españoles, a la cuenta de resultados de la gran banca alemana, francesa y norteamericana. En este simple mecanismo está encerrada la radiografía exacta de lo que pasa hoy en España.
El 90% tenemos que sufrir un saqueo implacable de nuestros salarios e ingresos, un recorte brutal en nuestras condiciones de vida, una subida feroz de impuestos y tarifas de todo tipo para que el Deutsche Bank, el BNP-Paribas o la JP Morgan cobren –y a unos intereses cada vez más altos– la montaña de dinero que prestaron a la banca y los monopolios españoles para financiar la burbuja inmobiliaria y su expansión internacional por medio mundo.
Unos –bancos y monopolios españoles– sacaron grandes beneficios la década pasada. Otros, la gran banca extranjera recupera con creces lo invertido. Y nosotros, el 90%, pagamos entonces a precio de oro la factura de la burbuja inmobiliaria y financiera y ahora nos obligan a pagar todavía más cara una deuda con la banca extranjera que no hemos contraído ni de la que nos hemos beneficiado.
Y cuanto más hablemos y tengamos centrada nuestra atención en Urdangarines y Bárcenas, más impunidad y más desapercibido pasará el saqueo exterior que estamos sufriendo. Más desenfocada estará la auténtica amenaza que enfrentamos y más desarmados estaremos para hacer frente al proyecto de intervención y saqueo al que Washington y Berlín nos tienen sometidos.
Fuente: Deverdaddigital
La razón es bien sencilla: porque hacerlo obligaría a enfocar donde está de verdad el origen de todo. Hablar de Urdangarin o Bárcenas permite concentrar la indignación ciudadana en dos personajes tan corruptos como irrelevantes. Hablar de porqué la deuda sube a pesar de los recortes es sacar a la luz el saqueo masivo contra el 90% de la población que nos están imponiendo desde el exterior, con la complacencia y la colaboración activa de la corrupta clase política del bipartidismo.
Si tomamos la molestia de sumar el dinero de los distintos rescates bancarios, tenemos de un lado los 40.000 millones de euros del llamado rescate europeo, otros 100.000 millones en esquemas de protección de activos, inyecciones de capital que no se recuperarán y aportaciones al banco malo. Y a esto hay que añadir 80.000 millones en avales, de los que el Estado tendrá que responder. En total, 290.000 millones de euros en poco más de cuatro años.
Pero este dinero que ha desaparecido de la arcas públicas no se ha perdido para todo el mundo, ni mucho menos. Todo él a ido a parar, vía pago de los intereses y el principal de la deuda pública y privada de bancos y cajas españoles, a la cuenta de resultados de la gran banca alemana, francesa y norteamericana. En este simple mecanismo está encerrada la radiografía exacta de lo que pasa hoy en España.
El 90% tenemos que sufrir un saqueo implacable de nuestros salarios e ingresos, un recorte brutal en nuestras condiciones de vida, una subida feroz de impuestos y tarifas de todo tipo para que el Deutsche Bank, el BNP-Paribas o la JP Morgan cobren –y a unos intereses cada vez más altos– la montaña de dinero que prestaron a la banca y los monopolios españoles para financiar la burbuja inmobiliaria y su expansión internacional por medio mundo.
Unos –bancos y monopolios españoles– sacaron grandes beneficios la década pasada. Otros, la gran banca extranjera recupera con creces lo invertido. Y nosotros, el 90%, pagamos entonces a precio de oro la factura de la burbuja inmobiliaria y financiera y ahora nos obligan a pagar todavía más cara una deuda con la banca extranjera que no hemos contraído ni de la que nos hemos beneficiado.
Y cuanto más hablemos y tengamos centrada nuestra atención en Urdangarines y Bárcenas, más impunidad y más desapercibido pasará el saqueo exterior que estamos sufriendo. Más desenfocada estará la auténtica amenaza que enfrentamos y más desarmados estaremos para hacer frente al proyecto de intervención y saqueo al que Washington y Berlín nos tienen sometidos.
Fuente: Deverdaddigital